Destiny 2: La Forma Final (The Final Shape) no solo marca el inicio de un nuevo año para la longeva saga de Bungie, sino también el gran cierre de la saga de la Luz vs la Oscuridad, una guerra que ya casi cumple diez años desde que empezó allá en el año 2014.
La promesa de este magno epílogo ha sido capaz de mover a la alicaida comunidad de Destiny y varios jugadores que ya lo habían dejado atrás han regresado para sumarse a aquellos fieles que nunca abandonaron a sus guardianes, todos juntos para dar el impulso necesario para derrotar al enemigo más temible que la humanidad haya visto jamás: El Testigo.
Es así como, tras los eventos de «Eclipse» y el tenso cierre de la «Temporada del Deseo», nuestros héroes finalmente han encontrado la manera de ingresar al cuerpo del que fuera nuestro benefactor, «El Viajero», para confrontar al Testigo, quien está apropiándose de sus poderes para crear «La Forma Final»: Un método para paralizar por completo toda la existencia en el universo, anulando cualquier tipo de cambio, progreso, evolución o libertad.
De una vez voy a decir que, si eres un nuevo jugador curioso por unirte, éste no es un buen momento para empezar. Pero que pasa si eres un veterano que hace tiempo había abandonado las armas ¿Será esta emocionante promesa lo suficiente para revisitar a tu Guardián? Pues para todos los fanáticos de este pionero en el género «looter shooter», Destiny 2: La Forma Final inicia su año con una sobresaliente campaña y una más que excelente excusa para volver a los disparos.

Como seguro has de imaginar, tras aquella introducción, uno de los mayores atractivos de Destiny 2: La Forma Final es su campaña y eso incluye su trama. Ha pasado algún tiempo ya desde que El Testigo llegó al sistema solar con su armada de naves piramidales y consiguió acceso a «El Velo» en Neptuno. Gracias a este artefacto, el villano creó una fisura enorme en la superficie del Viajero, la gigantesca máquina que dio poder a los guardianes, usándola para llegar a su interior.
Desde aquel momento, los guardianes y sus aliados han intentado ingresar al Viajero para salvarlo; pero cada intento ha terminado en fracaso y muerte. Afortunadamente, esto cambió al final de la más reciente temporada (Temporada Del Deseo) cuando la Reina Mara Sov y el Cuervo, el guardián nacido de la resurrección del príncipe Uldren, lograron entablar una alianza con Riven, la última de los Ahamkaras, dragones espaciales capaces de conceder deseos. El deseo de Cuervo fue justamente lograr ingresar al Viajero y llevar a otros detrás suyo.
La operación fue un éxito y una vez dentro, el Cuervo se encuentra con alguien que nunca pensó volver a ver: Cayde-6, el resucitado cazador y líder de la Vanguardia que murió hace años a manos de nada menos que Uldren. Ahora, tras invocar el apoyo de los otros miembros de la Vanguardia, El Comandante Zavala e Ikora Rey, y del guardián más poderoso de todos (Tu personaje jugable) este grupo es la última esperanza para detener el plan del Testigo: Crear la «Forma Final», una versión del universo entero donde el cambio ha desaparecido y toda la creación existe de una forma inmutable e inerte, sin tiempo, sin movimiento, sin vida.

Para ser franco, no esperaba la gran cosa de la trama de Destiny 2: La Forma Final. Esto no lo digo porque la historia de Destiny 2 sea mala, la broma de «Destiny no tiene historia» ha desaparecido hace mucho con un universo que se ha vuelto más complejo y lleno de interesantes personajes. Lo digo porque el valor y calidad de las campañas introductorias de cada expansión suele variar muchísimo.
Tomemos por ejemplo la campaña de hace dos años: «The Witch Queen» (2022) no presenta el argumento más elaborado; pero tiene una premisa atractiva y una gran villana en Savathun. Ahora contrastémosla con la de «Eclipse» (2023) y el total desorden que fue la adición de los olvidables Cloudstriders, la inconsecuente ciudad de Neomuna y la lentísima introducción de la subclase «Atadura» (Strand») Si bien Bungie se había acostumbrado a compensar estos problemas con sus episódicas temporadas; con la reputación del gran cierre de la saga en juego, los desarrolladores no podían darse el lujo de repetir ese error.
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Pues para beneplácito de todos los jugadores, optimistas y negativos, la campaña de La Forma Final es innegablemente buena. Tomando lo mejor de las campañas de antaño, esta aventura está diseñada para jugarse de inicio a fin sin ser interrumpida por actividades rituales o molestas tareas de reunir o encontrar recursos y tan solo una breve visita a los Sectores Perdidos de la nueva zona explorable «El Pálido Corazón del Viajero». Su trama se desarrolla de forma fluida y constante, guiando a tu guardián y a sus compañeros, que se encuentran más presentes que nunca, en su viaje a través de los extraños terrenos dentro del Viajero.
Adicionalmente, como todo buen epílogo, La Forma Final no intenta introducir personajes nuevos que roben el protagonismo de aquellos que se han ganado nuestro cariño. Esta es tanto tu historia como es la de Ikora, Crow y, en especial, Zavala y Cayde-6. Las habilidades ilusorias y gran habilidad de manipulación de El Testigo nos permite dar un vistazo mucho más personal a sus motivaciones y estado de ánimo resaltados generalmente en hermosas y numerosas cinemáticas. Ésta es claramente la batalla más peligrosa de sus vidas y un digno cierre para estos 10 primeros años de la franquicia a la que tantas horas hemos dedicado.

La alta calidad no se limita solo a la narrativa sino también a grandes elementos del gameplay durante la campaña de Destiny 2: La Forma Final como el tremendo diseño de misiones. Tradicionalmente las campañas de Destiny están compuestas por escenarios creados para exponer la trama y permitir que un jugador conozca más de las novedades de cada expansión. Por esto, sus batallas suelen ser relativamente simples. Incluso cuando se añadio la dificultad «Legendaria», el reto se elevó; pero bastaba con correr y disparar a tus enemigos hasta hacerlos desaparecer sin mucho que pensar.
En contraste, la campaña de La Forma Final destaca por encima de todas las anteriores al presentar combates más elaborados, retadores y atrapantes. Para empezar tenemos el debut de un nuevo tipo de rivales: Los «Horrores», creaciones del Testigo que vienen en muchas formas y tamaños. Hacia tiempo que no veíamos una «nueva raza enemiga» y estas temibles criaturas saben como lucirse ya sea como bestias aladas, soldados acorazados explosivos o, los más molestos, hechiceros con poderes de Estásis o Atadura que incluso llegan como minibosses llamados «Subyugadores» tan o más poderosos que los Tormentors. Además, algunos viejos oponentes aparecen cubiertos por un impenetrable escudo prismático que solo puedes destruir usando la nueva subclase del mismo nombre.
Sin embargo, los duelos más complejos son sin duda contra los bosses. Para derrotarlos no solo tienes que ser ágil y preciso con tus disparos, sino que también debes usar mecánicas especiales que hasta parecen salidas de una Incursión. Vas a encontrar elementos como auras especiales, cuartos de trampas, glifos codificados, reliquías como escudos y espadas, e incluso combinaciones de todas estas que te fuerzan a no solo usar tus reflejos, sino también tu cabeza para encontrar la manera de hacer daño a estos duros contrincantes. Todo esto sin darte un solo respiro si decides jugar en la dificultad Legendaria.
Por otro lado, la expansión también se luce visualmente con una nueva área: «El Pálido Corazón del Viajero», un lugar que es tan hermoso como extraño. La Luz del Viajero y la Oscuridad del Testigo crean un ambiente lleno de vida, vegetación y color; pero invadido por una arquitectura desconcertante que destaca rostros en las paredes, brazos que se estiran desde el suelo y estatuas cortadas de forma vertical, un sello de los efectos del proceso de calcificación causado por el villano. Explorar este lugar se siente similar a caminar por extraños calabozos armados con arte moderno, algo que Bungie sabe hacer muy bien.

Antes de hablar de las demás actividades estrenadas en este inicio de año con Destiny 2: La Forma Final, vale la pena mencionar un agregado jugable muy importante. Tal como ocurrio con «Atadura» en «Eclipse» o con «Estásis» en «Más Allá de la Luz», esta expansión incluye una sub clase de estreno para todos los guardianes denominada «Prismática». No obstante, a diferencia de otras con sus propias habilidades, Prismática tiene un funcionamiento muy particular.
Para empezar, hasta me atrevería a decir que esta no es una subclase, sino una mecánica de estreno. Al equiparla te vuelves capaz de combinar habilidades de múltiples origenes que antes no podrías haber usado juntas. Por ejemplo, como Cazador puedes equipar las clásicas cuerdas de la Atadura para luego golpear con poderosos puñetazos de Arco, o congelar a tus rivales con una cuchilla de Estásis para quemarlos con lentas pero letales granadas Solares por solo nombrar dos estrategias. Sin embargo, eso no es todo ya que con Prismatic ganas un nuevo medidor de «Trascendencia» que se llena por dos partes: Una con ataques de luz y otra con ataques de oscuridad ya sea de tus armas o poderes.
Tras llenar ambas barras y presionar los sticks, entras a un estado especial que no solo rompe barreras de enemigos prismáticos, siendo ésta la única forma de dañarlos, sino que además te da acceso a una granada exclusiva muy poderosa y una veloz recarga de tus habilidades regulares. El modo Trascendente no te hace invencible; pero es un potente «boost» a tus tiempos de cooldown y una excelente forma de hacer mucho daño en poco tiempo sin depender de un Super o armamento pesado.
Con todo esto dicho, y aunque me he entretenido mucho usando Prismatic, debo aclarar que también carece del encanto de una subclase tradicional. Es cierto que ganas muchísima libertad para personalizar a tu Guardian como nunca antes; pero más allá de la granada del modo Trascendente y un Super nuevo desbloqueable para cada clase basada en un elemento pasado (Solar para Hechiceros, Arco para Cazadores y Vacío para Titanes) no se siente realmente como un nuevo set para tu arsenal. No me malinterpreten, usar Prismatic es muy divertido y optimizar tus combinaciones es novedoso; pero su adición carece de la sensación de descubrimiento que hubo con Estásis y Atadura ya que no trae herramientas nuevas, sino una forma original de usar las que ya tenías.
Por último, cabe mencionar que para llevar Prismática a su máximo potencial tienes que encontrar las habilidades personalizables como recompensas en cofres en la campaña u otros lugares. Sí, incluso técnicas que ya posees en otras subclases se convierten en «loot» para ésta.

Ahora, el contenido de estas primera semana Destiny 2: La Forma Final no acaba con la campaña. La lucha contra El Testigo de se extiende hasta la nueva Incursión/Raid de nombre «Filo de la Salvación» (Salvation’s Edge) donde tú y 5 amigos hacen el último esfuerzo por liberar al Viajero. Desafortunadamente, para el momento de escribir esta review aun no he tenido la oportunidad de jugar de inicio a fin la nueva raid «Filo de la Salvación» (Salvation’s Edge) por lo que no la consideraré en la evaluación pero sí en un artículo a futuro dedicado exclusivamente a ella. En todo caso, puedo decir que en base a lo que ya he visto y a la reacción de los equipos participantes de la carrera por ser los primeros en terminarla, el recibimiento ha sido positivo y vale la pena probarla si tienes 5 amigos dispuestos a acompañarte.
Habiendo dicho esto, incluso si aun no tienes compañeros para la Incursión, y siendo honestos muchos jugadores ya no cuentan con tantos aliados activos como antes, Bungie tuvo una gran idea al darle el verdadero cierre a la aventura en una nueva misión llamada «Excision» que se podría describir como «El Momento End Game » de Destiny 2. Esta batalla es toda una locura (en el mejor sentido) al ser la primera actividad de toda la saga en reunir a 12 jugadores online para el gran duelo. Con una emocionante cinemática que reune a las fuerzas del Sistema Solar para el último asalto, esta misión es un toque muy emocionante que refuerza aun más la trama.
Pasando a hablar del resto de actividades rituales, la expansión no incluye nuevos mapas PVP; pero considerando que el mes pasado recibimos un update con 3 escenarios, es comprensible que aun no haya novedades en ese lado. Eso sí, hay que decir que la subclase Prismatic ha cambiado totalmente el «Meta» de la competencia entre jugadores gracias a los nuevos supers, así que anda entrenando. Desde el lado de los «Strikes» PVE pues tenemos solo uno nuevo: Liminality, el mismo que es incluido a la mitad de la campaña.
En general, este inicio de año está claramente centrado en el PVE con una sobresaliente campaña y contenido para quienes gusten más de un estilo cooperativo. Es cierto que Bungie ya lleva un buen tiempo enfocándose más en este lado de la experiencia y parece que esto no va a cambiar al menos por el momento.

En conclusión, Destiny 2: La Forma Final no es una entrega sin fallos; pero ciertamente es una de las mejores expansiones que hemos tenido en todo Destiny 2. No es secreto para nadie que lo haya jugado que la calidad del DLC en esta longeva secuela no siempre ha sido de lo mejor. Hemos visto desde cosas tan negativas como Curse of Osiris hasta excelentes lanzamientos como Forsaken y por cada gran Witch Queen o Beyond Light, también recibimos un inferior Lightfall u olvidable Shadowkeep.
Es por ello que es un tremendo alivio y gusto ver que Bungie puso todo de sí para dar un cierre a los primeros diez años de su querida saga. La campaña puede ser tan corta como siempre (unas 7 horas aproximadamente sin contar muertes y reintentos) pero en lugar de inyectarle bounties, mini quests y tareas para inflar su duración, tenemos un enfoque clásico de una bonita trama con un inicio, medio y final, con un flujo constante y directo que nos permite apreciar a los personajes que han crecido con nosotros como Zavala, Ikora, Crow y, por supuesto, Cayde-6.
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Cada misión de la campaña está diseñada con mucho cuidado, luciendo cinemáticas, acertados diálogos, sobresaliente diseño de nivel e incluso mecánicas especiales al estilo puzzle (típicas de actividades normalmente avanzadas como calabozos e incursiones) en los duelos con sus bosses regulares. Sin embargo, no todo es perfecto y uno de los elementos más importantes no me terminó de convencer: La forma Prismática, que si bien es llamativa por su factor de personalización, carece del encanto e impacto que suele tener el estreno de una nueva subclase.
En resumen, Destiny 2: La Forma Final (The Final Shape) es un excelente epílogo para una larga narrativa a la que muchos hemos acompañado por cientos (quizás miles) de horas en casi una década de altibajos. Con esto dicho, éste no es el final y como buen «Juego como Servicio», la función debe continuar. Por el momento, tras la campaña, no hay muchas actividades que realmente inviten a la mayoría a quedarse a largo plazo a excepción de quienes tengan una escuadra de 6 amigos lista para la Incursión; pero esto puede cambiar de un momento a otro y solo espero que Bungie sepa mantener este gran ritmo con sus nuevos «Episodios» y contenido a futuro.


Esta reseña fue escrita luego de jugar una copia digital de Destiny 2: La Forma Final brindada por Bungie para PlayStation 5. El juego ya está disponible en PC, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One y Xbox Series X|S.
PUNTOS BUENOS
Una dinámica campaña que integra mecánicas al estilo Incursión en sus niveles. Emocionante trama da cierre al arco de "El Testigo". La personalización de Prismatic abre muchísimas opciones de combate. La actividad de 12 guardianes, "Excision" es una locura en el mejor sentido.PUNTOS MALOS
El poder Prismático no tiene el mismo encanto que tendría una nueva subclase; pero sigue siendo muy divertido de usarCONCLUSIÓN
Destiny 2: La Forma Final es un gran cierre para los ya casi diez años de la saga Destiny. Su campaña supera por mucho a la mayoría de intentos recientes poniéndose a la altura de grandes como The Witch Queen o Forsaken. Sus niveles son emocionantes, llenos de acción e incluso variedad gracias a su inteligente uso de pequeños puzzles al estilo "Incursión/Raid" para los bosses regulares. La trama es emotiva y memorable, luciendo por lo alto a queridos y consolidados personajes como Cayde-6 y el comandante Zavala. Bungie ha iniciado el año de forma excelente y digna de celebrarse por los fanáticos del longevo looter shooter. Sin embargo, el show continua para este looter-shooter y solo el futuro dirá si puede mantener la altísima calidad a través de su nuevo sistema de "Episodios".