A todos nos ha cogido por sorpresa la noticia de la salida de Hideo Kojima de Konami, quien prácticamente ha sido la responsable de publicar la mayoría de los juegos del emblemático director. Siendo Metal Gear el hijo predilecto de este matrimonio que se acaba de romper.
Precisamente, una de las mayores preocupaciones viene a raíz de la salida de Metal Gear Solid: The Phantom Pain. Este tan, pero tan esperado juego, estaba programado para salir el primero de setiembre de este año. Kojima prácticamente nos ha estado trolleando a todos, repetidas veces, con datos acerca de este título. Así que, asumo que no es necesario explicar, la enorme alegría y emoción que significó tener una fecha oficial.
Definitivamente, la salida de Kojima podría significar un retraso en la salida del juego. No necesariamente por temas de desarrollo, ya que el juego está prácticamente listo. Si no por temas de convenios entre Konami y Kojima Productions.
Hace poco, un nuevo anuncio por los representantes de Konami han dado a entender que la participación de Kojima solo será hasta diciembre de este año, fecha en la que su contrato llegaría a su fin. Es decir, The Phantom Pain realmente sería el último trabajo en conjunto entre ambos desarrolladores.
Sin embargo, ¿qué significaría aquello para Silent Hills? Para todos quienes hemos jugado el demo P.T. en PS4, sin duda estamos de acuerdo en que hacía tiempo no jugábamos algo tan tenebroso. Es más, podría considerarse como uno de los momentos terroríficos más grandes en los últimos años de la industria de los videojuegos.
Si no me creen, pueden revivir la experiencia de mi gran amigo Linso, acá les dejo un enlace. Les recomiendo adelantar hasta el minuto 10:29 para presenciar un gran momento con altas dosis de hombría.
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Pero volviendo a lo nuestro, el problema radica en que los derechos de Silent Hill le pertenecen a Konami. Y con una fecha de salida programada para después del 2015, significaría que Kojima y compañía no estarían presentes por un tema de contrato no renovado. Ellos tendrían que comprar una parte de los derechos para que puedan seguir desarrollando el juego.
¡Señor de Muruhuay hágase una, por favor!
