Zet Zillions es la última locura indie desarrollada por OTA IMON Studios (Wolfstride) y publicada por el estudio Raw Fury, conocido por grandes obras como Cassette Beasts, Pizza Possum y Moonstone Island. Tomando el popular género roguelike y combinándolo con batallas por turnos utilizando una baraja de cartas, este extraño lanzamiento promete un demente viaje futurista ideal para todos los amantes de los «deck builders» y los duelos donde tu astucia, adaptación y atención valen más que tus reflejos.
La idea de mezclar cartas y videojuegos no es algo nuevo. La hemos visto en clásicos de hace varias décadas como Mega Man Battle Network y en creaciones modernas como Slay The Spire. Llevar el encanto de los TCG (Trading Card Game) a un entorno digital manteniendo sus elementos tácticos y de coleccionismo sin la necesidad de sacrificar tus ahorros comprando naipes ha sido el objetivo de muchos a través de los años.
Sin embargo, no todos han alcanzado el éxito y los que lo logran suelen destacar por innovadoras ideas que te impulsan a dominar hasta los más mínimos detalles del gameplay para alcanzar el final de tu aventura. Esto es doblemente válido para el estilo «Roguelike» que destaca por reiniciar la mayor parte de tu progreso cuando pierdes enviandote al punto de inicio sin piedad. Respetando este último requisito ¿Qué tan entretenido puede ser un juego de cartas donde tu baraja es eliminada con cada Game Over?
Pues afortunadamente la respuesta es: Bastante divertido. Aunque Zet Zillions no logra escapar completamente de la monotonía que suele acechar al género, su sistema de combate altamente estratégico y engañósamente profundo trae varias horas de diversión. Sí, el precio de una derrota puede ser muy frustrante; pero estoy seguro que será un excelente desafío para todo maestro de las cartas.
Zet Zillions toma lugar en el futuro lejano, en el año 2476. Los seres humanos han conquistado gran parte del universo y unificado muchos planetas bajo una sola bandera, la de la HUMANIDAD. Dejando el planeta Tierra atrás, ellos continuan sus viajes por el espacio enfrentando a todo aquel que se atreva a obstaculizar su glorioso progreso. Al frente de estos valientes exploradores del cosmos está el orgullo de la especie: El grupo militar conocido como Starborne Vanguard y es hora de que te unas a ellos.
En el rol de un comandante recién despertado del sueño criogénico, tu invisible héroe se une a la flota de la nave «Baby Violence» como su nuevo líder. El equipo está compuesto por la general Foam Gun, tu segunda al mando, el colmilludo científico Dok y el delgado Ziggy, cuyo rol exacto no recuerdo. No obstante, la Baby Violence no es una simple nave, sino que se trata de un planeta entero armado con un gigantesco cañón y más que listo para encarar a otros planetoides para conquistarlos (o destruirlos) en el nombre de la HUMANIDAD. Pero no te confies, esta misión no será nada fácil, en especial con el monstruoso Thanatos, una gigantesca entidad cósmica, pisándote los talones para hacerte pedazos.
Está bastante claro que la trama de Zet Zillions es un factor importante en la experiencia; pero personalmente creo que tiene un punto débil que juega muy en su contra. Si bien aquí hay una gran cantidad de diálogo y texto, y la premisa es muy simpática y humorística; su progresión es sumamente lenta y por momentos parece carente de rumbo. Esto se debe a la naturaleza propia del género roguelike, donde cada «Game Over» te devuelve al inicio del Acto 1 para intentar de nuevo. Este detalle limita el desarrollo de la historia a pequeños eventos aleatorios y un hilo central que solo camina cuando logras llegar un poco más allá de tu última derrota.
Ahora, nada de esto quiere decir que estemos ante un argumento inferior; de hecho es bueno y original. La campaña está llena de agradables momentos llenos de ocurrencias de tus compañeros de viaje y sus locuras ciertamente ayudan a aligerar cada sesión con sus constantes bromas. Claro está, la gran mayoría de estos eventos no tienen nada que ver con el hilo central; pero es fácil apreciar su ligereza, aun si no terminan de compensar el tardado ritmo principal. En resumen, la narrativa de Zet Zillions puede ser muy lenta al avanzar; pero esconde una buena historia y sabrá como robarte una que otra sonrisa entre las tensas batallas.
Aquel elemento que si puedo considerar un fuerte y hasta el sólido núcleo es sin duda el Gameplay de combate con cartas. Aquel momento en que tu nave/planeta se encuentra cara a cara con algún rival en el espacio listo para hacerlo estallar o caer en el intento. No obstante, antes de hablar de esto hay que aclarar como está estructurado el mundo de Zet Zillions.
Como dije al inicio, Zet Zillions es una combinación de roguelike con batallas por turnos y colección de cartas. Siguiendo la tradición de ese género, sus niveles son generados de manera procedural para que cada vez que pierdas y vuelvas a comenzar tu campaña las cosas sean distintas y no repitas siempre las mismas peleas o escenarios. Dichos niveles no cuentan con ningún tipo de terreno explorable sino que son formados por una colección de «Nodos» interconectados en un pequeño mapa. Imagina puntos en el espacio unidos por líneas. Tu tripulación empieza en el Nodo del límite izquierdo del mapa y tu misión siempre es llegar al del límite derecho siguiendo la ruta que prefieras.
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Cada Nodo representa algún tipo de experiencia distinta como una batalla regular o lugares especiales donde puedes mejorar tus cartas, venderlas para conseguir piñas (el equivalente a monedas u oro) o incluso eliminarlas para depurar tu baraja y mantener solo las mejores. Cuentas también con la opción de visitar la tienda de DOK una vez por nivel para comprar algunan usando tus piñas ahorradas y reforzar tu arsenal con aquellas opciones que creas que encajan mejor con tu estilo.
En general, los niveles son estructuras bastante simples. Si bien esconden interesantes opciones que van aumentando en variedad conforme llegues más lejos en la historia y algunos cuentan con divertidos momentos narrativos, al final de cuentas son poco más que colecciones de puntos reordenados. Eso sí, navegarlos de forma correcta también es parte de la estrategia pues el monstruo «Thanatos» siempre está un paso atrás de tí destruyendo el mapa de izquierda a derecha evitando que puedas explorar todos los Nodos. Por esta razón, es importante trazar una ruta desde un inicio para que no se te escapen aquellas experiencias que más necesitas para sobrevivir o fortalecer tu baraja.
Habiendo explicado esto, ya puedes hacerte una idea del ciclo de juego. Tu objetivo central es tratar de completar todos los niveles en una sola sesión sin caer derrotado. Esto no quiere decir que tienes que acabarlo en una sola sentada ya que cuentas con la constante opción de «Autoguardado»; pero esto también significa que si cometes algún error, será salvado de inmediato. Adicionalmente, varios elementos como barajas iniciales desbloqueadas o el nivel de tus asistentes de combate se mantiene, por lo que no empiezas completamente desde cero al perder.
Ya que la exploración es mínima y el riesgo en una batalla es tan alto, es de esperar que las peleas sean el corazón de la experiencia y en ese sentido Zet Zillions no decepciona. Los combates usando tu baraja de cartas son sin duda los momentos más emocionantes y divertidos del título y aquellos que pondrán a prueba toda tu habilidad estratégica y conocimiento.
Como ya has de imaginar, los naipes son tu principal herramienta de combate. Al inicio de cada sesión debes elegir una baraja básica con cartas relativamente débiles; pero lo suficientemente efectivas para sobrevivir a los primeros duelos. El flujo de un enfrentamiento en Zet Zillions se divide por turnos. En cada uno de ellos recibes un set de 7 cartas y una cantidad de Energía que puedes aprovechar para utilizarlas. Eres libre de usar tantas como desees mientras puedas costearlas y una vez que ya no puedas o no quieras seguir usandolas puedes jalar la palanca de «Terminar el Turno» para que tu enemigo haga su movida. Toda carta que no uses será reservada para el siguiente turno.
Ahora, no se trata simplemente de lanzar las cartas que hagan más daño al enemigo más débil y listo. Cada naipe afecta uno de 3 elementos ya sea tuyo o del enemigo. Estos elementos son: Vida, Escudo y Población. El primero se explica por sí solo, representa la cantidad de puntos de daño que un personaje puede soportar antes de ser eliminado. El escudo es similar; pero mucho más flexible. Esta barrera genera puntos de vida extra que debes destruir antes de poder impactar la Vida de un rival. Finalmente está la Población que representa una de las mecánicas más particulares.
Tu pequeño planeta armado, «Baby Violence», suele enfrentar otros planetas o seres de tamaño colosal. Por esta razón, una extraña pero efectiva estrategia es lanzarle gente encima para tratar de abrumarlo con nuevos pobladores. Tal como lo lees, algunas cartas te permiten lanzar humanos sintéticos (llamados Thrash) como si fueran pequeños parásitos que van llenando la barra de población de un oponente. Llena la barra al máximo y tu enemigo quedará aturdido perdiendo un turno. Solo ten cuidado de no lanzar a tu gente sobre un contrincante con escudo ya que antes de poblarlo debes dejarlo al descubierto. El concepto de llenar la «Población» contraria es el equivalente a una barra de Aturdir (como las típicas Break o Stagger) que puede salvarte la vida cuando ves que alguien está por ejecutar una movida peligrosa.
Este último detalle es muy importante ya que en cada uno de tus turnos los rivales anuncian lo que están por hacer y debes acomodar tu jugada de manera correcta para evitar sus ataques o reforzar tu defensa antes de recibirlos. Una de las mejores formas de aprovechar cada turno al máximo, por ejemplo, es la de fusionar cartas. Esto no solo sirve para hacer más fuerte una de ellas, sino también para crear cosas totalmente nuevas. Por ejemplo: Un «Elfo nuclear» no hace nada por sí solo; pero si lo fusionas con un «Junk» puedes crear una letal bomba atómica.
Esta corta explicación de las luchas interplanetarias de Zet Zillions no hace justicia al complejo y profundo sistema. Hay muchos otros elementos a tomar en cuenta como el hecho de que puedes conquistar planetas en lugar de destruirlos si llenas al máximo su amplia barra de Población, recibiendo así mejores recompensas. Adicionalmente, algunos monstruos cuentan con barreras de energía que aguantan un solo punto de daño pero nulifican el primer ataque que los toque y otros estallan al morir haciendo daño a sus vecinos.
Es importantísimo estar atento a cada pequeña gota de información que puedas obtener leyendo tus cartas y pasando el cursor de tu mouse por encima de los enemigos. Considerando que la cantidad de vida que tengas en un enfrentamiento se mantiene para el siguiente, cada unidad de HP es vital. En especial considerando que las cartas de curación son usualmente las más raras de conseguir. Mantente atento, observa con cuidado lo que tienes al frente, piensa varios turnos adelante y seguramente podrás salir victorioso de la mayoría de duelos.
Obviamente, la baraja con la que inicias tu aventura no va a ser suficiente para acompañarte en todos tus enfrentamientos y ninguna creación de «Deck Building» que se respete sale a la venta sin una amplia colección de naipes variados. En el caso de Zet Zillions, tras cada victoria se te da la oportunidad de elegir una de 3 cartas colocadas a manera de recompensa. Revisa siempre con atención lo que se te ofrece y piensa en que tipo de estrategia estás usando. Algunas cartas son poderosas por sí solas y dedicadas al daño, otras mejoran al fusionarse, otras sirven más de apoyo brindándote ventajas temporales como aumento de fuerza, defensa o escudos, etc. La variedad es muy amplia y siempre habrá una que encaje con las fortalezas de tu baraja.
Claro está, existe un factor de azar en esto ya que no siempre recibirás la carta que más deseas y no siempre podrás ensamblar tu baraja favorita. Por suerte existe una gran cantidad de estrategias posibles para derrotar a tus enemigos y lo importante es que sepas adaptarte a lo que se te ofrece en cada sesión. De esta forma siempre podrás aprender nuevas tácticas y combos para avanzar al menos un poco más en tu loca campaña.
La jugabilidad de Zet Zillions es de lejos lo más destacable que tiene esta entrega. Aunque a simple vista podría parecer simple con números de daño pequeños, pocos enemigos en pantalla y un solo personaje controlable (tu nave Baby Violence) detrás de esta aparente simpleza se esconde una profunda complejidad llena de formas creativas para no solo de vencer a tus oponentes sino también sobrevivir cuando todo parece estar en tu contra. Que no te sorprenda enfrentar a enemigos con altísimos escudos o mucha vida, pues cuando pienses que no puedes contra ellos bastará con darle una mirada a tu mazo y encontrar alguna creativa solución para darles en su punto débil y disfrutar de momentos llenos de satisfacción y emoción con cada reñida victoria.
Pasando a hablar del elemento audiovisual, Zet Zillions luce un acabado gráfico en 2D sumamente estilizado y muy llamativo. Su estilo de dibujo es similar al de la pasada obra del estudio, Wolfstride, con la que este lanzamiento comparte un mismo universo. En ese sentido, los personajes cuentan con colores de alto contraste, gruesas sombras negras y bordes bien marcados. Las proporciones exageradas de elementos como sus sonrisas y poses incluso pueden parecerse a las de algunas creaciones del renombrado estudio de anime TRIGGER.
Ahora, con todo lo bueno que puedo decir del lado visual, también quiero destacar que la cantidad de animación que ves aquí es limitada. Por el lado narrativo, la historia se cuenta a través de diálogos al estilo novela visual con imágenes de cada participante que lamentablemente son completamente estáticas y con una sola expresión. Si bien esto no es un gran problema aquí, creo que es más notorio en los combates donde vemos bellos efectos especiales muy bien logrados dibujados a mano cuadro por cuadro; pero enemigos que se mantienen casi rígidos todo el duelo. Quizás esto no sea un detalle que le fastidie a la mayoría; pero al tener un estilo de arte tan bonito, me hubiera gustado que también fuera más dinámico.
Finalmente, los efectos de sonido y la música no son exactamente memorables; pero creo que ambos ayudan a sumergirte en la temática cósmica. Las tonadas de fondo en particular le dan una acertada vibra extraña y alienígena propia de trabajos de ciencia ficción de mundos muy distintos al nuestro. En pocas palabras, puede que la banda sonora no sea exactamente de mi preferencia; pero cumple muy bien con su trabajo.
En conclusión, Zet Zillions es un gran ejemplo de la creatividad independiente; pero también de las limitaciones de ese mismo entorno. Con geniales puntos a favor como su gran jugabilidad, variedad de cartas y carismática premisa, estoy seguro que atrapará a quienes busquen nuevos desafíos, en especial dentro del mundo de la táctica y estrategia con cartas; pero al mismo tiempo puede alejar a los que buscan una experiencia con mayor fluidez y contenido que vaya más allá de la base de la experiencia.
Iniciar una partida con un débil mazo y verlo crecer y hacerse más fuerte con nuevas y variadas cartas conseguidas a través de reñidas peleas es todo un deleite. Es difícil describir lo satisfactorio que puede llegar a ser el poner a prueba tu astucia para encontrar la manera de, en un solo turno, detener la ofensiva enemiga y conectar un golpe mortal ya sea usando daño directo o lanzando a tus locos tripulantes en la cara de la siguiente bestia de tamaño interdimensional que te encuentres. Conseguir esa combinación mágica de cartas ideales para exprimir una gota más de daño y eliminar a un boss antes de ser golpeado por un impacto que reduciría tu barra de vida a 0 es muy gratificante y muy divertido.
No obstante, también es difícil ignorar que esa misma emoción va disminuyendo con cada nueva sesión. A diferencia de roguelike de acción como Dead Cells o 30XX, donde un nuevo game over puede llegar en cuestión de minutos y no te molesta tanto repetir la campaña desde casi cero, Zet Zillions se acerca más a otros como Star Renegades donde cada nuevo intento puede tomar horas y es probable que al caer derrotado estés tan agotado que desees descansar un rato antes de volver a intentar desde el punto de partida. Es en ese momento donde solo los más comprometidos volverán a la batalla; mientras que los demás probablemente opten por tirar la toalla.
En resumen, Zet Zillions trae una premisa fresca, cautivante y muy entretenida, que personalmente creo hubiera brillado más en una campaña regular de mayor duración sin las duras penalidades del género roguelike. No obstante, estoy seguro que aquellos expertos de la táctica y estrategia, amantes de las cartas que busquen un título que no tenga piedad al ponerlos a prueba, encontrarán una gran opción en este viaje al mando de la Baby Violence para llevar la gloria de la humanidad a nuevas fronteras.
Esta reseña fue escrita luego de jugar una copia digital de Zet Zillions brindada por Raw Fury para PC a través de Steam.
PUNTOS BUENOS
El sistema de combate por cartas es muy creativo y lleno de variedad táctica. Gran variedad de cartas para reforzar tu baraja. Llamativo y estilizado acabado visual en enemigos y personajes.PUNTOS MALOS
Perder tu baraja e iniciar desde cero puede ser más doloroso aquí que en otros roguelike. La animación es algo limitada. Puede volverse monótono tras unos pocos "game over".CONCLUSIÓN
Zet Zillions, como todo buen roguelike, sabe como atraparte en sus primeros minutos. Su irreverente premisa te robará varias risas, su estilizado arte 2D se ve muy bien a pesar de tener limitada animación y la creativa jugabilidad que mezcla el combate por turnos con la estrategia de crear una letal colección de cartas de batalla es muy entretenida. Sin embargo, al perder casi todo tu progreso con cada derrota, esas mismas peleas corren el riesgo de volverse tediosas o monótonas y puede que los menos habilidosos o comprometidos tiren la toalla. Este es un título divertido; pero sumamente exigente donde un error puede costarte horas de progreso en cuestión de segundos y solo los más pacientes o astutos saldrán victoriosos.