Kingdom, la querida saga creada originalmente el 2015 por Thomas van den Berg y Marco Bancale, está por regresar con una secuela que lleva el mismo gameplay de administración y estrategia en tiempo real pixel art pero llevándolo a una nueva era. Este nuevo capítulo lleva el apropiado título Kingdom Eighties: Summer of Greed.
Publicado nuevamente por Raw Fury, esta tercera entrega mantiene la clásica jugabilidad pero se inspira en obras como Stranger Things y similares para colocar a sus jugadores en la misteriosa era de los años 80 donde una vez más controlamos al rey elegido, aunque ahora con un reino bastante peculiar.
En ese sentido, aunque el mundo es totalmente nuevo para la serie, las bases son bastante similares y estoy seguro que los fanáticos de la franquicia se sentirán como en casa. Sin embargo, también es muy posible que aquellos que nunca la han jugado se sientan perdidos hasta que logren alcanzar el ritmo de su peculiar estilo táctico.
Gracias a un breve demo de alrededor de 1 hora de juego, tuve la oportunidad de dar un primera probada a lo que le espera a todos los jugadores con el lanzamiento de Kingdom Eighties: Summer of Greed y aunque realmente no puedo decir mucho de la trama, la estética de aquella era de audio cassettes, luces de neón y arcades es un interesante complemento para lo que antes solía ser una aventura medieval.
Hablando de la historia, aquí no llegamos a ver mucho. Un grupo de adolescentes de los años 80s navegan todos juntos en una pequeña balsa tratando de escapar de lo que asumo fue una inundación o algún otro tipo de peligro y llegan hasta una escuela para refugiarse. Sin mayor explicación, estos chicos desembarcan frente al colegio y se alistan para defenderlo de unos extraños monstruos que aparecen desde unos portales ubicados tan solo a unos metros del lugar.
Si bien la demo no lo especifica, me da la impresión de que este no es el primer nivel de la campaña y que en el título final tendremos una introducción más elaborada de los personajes y de los eventos que los obligan a luchar contra estos peligrosos seres.
Pero pasando a hablar del gameplay de Kingdom Eighties: Summer of Greed, aquí tenemos una experiencia muy similar al clásico Kingdom. En lugar de controlar a un rey a caballo, tomas el rol de uno de los jóvenes en su bicicleta en un mundo pixel art 2D donde te mueves de lado a lado con las puertas de la escuela justo al centro del mapa. El protagonista es visitado por una extraña fantasma quien le da una corona diciéndole que es el elegido y que «Sin corona no hay rey» por lo que debes cuidarla a como de lugar o tu partida terminará en Game Over.
El objetivo del nivel es bajar un puente levadizo ubicado en el extremo derecho o izquierdo (al parecer cambia su posición al azar cada vez que inicias) para luego cruzarlo y llegar a la siguiente etapa. Para conseguirlo debes reunir la ayuda de tus otros amigos quienes te siguen en sus bicicletas y las de varios niños que andan por ahí jugando y corriendo. Obviamente, ninguno de estos pequeños te ayudará solo por la bondad de su corazón y tienes que pagarles con unas monedas de oro. Unas pocas de estas monedas están inicialmente regadas por el piso cerca de tu posición inicial, pero también puedes conseguir otras moviendote hasta ciertos «checkpoints» tanto al lado izquierdo como derecho del escenario. Eso sí, no olvides que mientras más te alejes del centro de tu base, más vulnerable eres si encuentras con los portales enemigos.
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Las monedas iniciales son escazas y debes usarlas de forma inteligente para no quedarte sin fondos. Como dije, puedes gastarlas para contratar niños, pero también debes contruir pequeñas edificaciones donde ellos pueden trabajar. Por ejemplo: Puedes levantar barricadas de madera a diferentes distancias de tu base, crear un lugar que produce arcos y flechas para armarlos y un caseta de reparaciones que convierte a cualquier niño que pase por ahi en un obrero con casco y martillo listo para reparar cualquier cosa dañada.
Tu objetivo durante casi toda la sesión es conseguir más monedas e invertirlas de forma inteligente para hacer a tu «Reino» más y más fuerte ya que cada cierto tiempo los oscuros portales generan oleadas enemigas que invaden desde ambos lados caminando hacia el centro. Es aquí donde tus arqueros y barricadas son indispensables y dependiendo que tan fuertes y numerosos sean, podrán aguantar un día más o caer derrotados. Por cierto, el juego cuenta con un ciclo de día y noche, que genera enemigos particularmente peligrosos cuando no brilla el sol, así que ten aun más cuidado en ese momento.
Honestamente, aunque la fantasma que te da la corona te presenta un breve tutorial y el juego se controla totalmente con solo 4 botones (izquierda, derecha, abajo y shift) gran parte de la estrategia necesaria para sobrevivir no es muy clara y debo admitir que muchas veces quedé muy confundido o sin monedas para continuar reforzando mis edificaciones o contratando aliados para defenderme de los monstruos que golpeaban el refugio desde ambos lados de la pantalla.
Las monedas además sirven para reactivar distintas partes del pueblo cercanas al colegio, como centrales eléctricas o tiendas e incluso reforzar la misma academia para hacerla mucho más resistente. No obstante, debes recordar que lo que más debes proteger es la corona que llevas en tu cabeza y no es conveniente que te alejes mucho de la base si no quieres ser emboscado lejos de tus defensas. Cada golpe que recibes te hará lanzar monedas al piso (un poco al estilo de Sonic) pero cuando ya no las tengas, tu corona cae y debes correr a recogerla antes que un enemigo lo haga o perderás todo tu progreso y la partida también. En efecto «sin corona no hay rey» y en un par de golpes todo tu esfuerzo puede irse por la borda si te descuidas al salir a explorar o expandir tu refugio. Mientras peleas y te preparas, debes buscar la manera de reactivar el puente levadizo y para ello puedes interactuar con un chico jugando en un arcade bastante retro. Sobrevive, encuentra lo que te pide y podrás escapar de este lugar. Puede sonar fácil, pero casi sin pistas que te ayuden, es todo lo contrario.
En general, siento que el gameplay de Kingdom Eighties es un excelente ejemplo de una experiencia engañosamente simple, pero realmente compleja. En esencia solo te mueves de izquierda a derecha recogiendo monedas que luego debes decidir donde gastar, ya sea contratando a alguien o mejorando alguna de tus mini-edificaciones para sobrevivir a la próxima oleada de enemigos que salen de los portales. Tú solo manejas al «Rey» directamente y tus unidades hacen todo casi de forma automática; pero no sin que antes les pagues las monedas que tanto desean. Eventualmente, tu cuartel crece lo suficiente para pasar a la ofensiva y hacer que tus soldados destruyan los portales; pero para llegar a este punto y escapar del lugar necesitarás ser ingenioso o tu pequeño refugio será destruido más rápido de lo que puede expandirse.
Con esto dicho, y como ya adelante, entender exactamente como funciona esta lógica y la mejor manera para invertir tus monedas de oro es algo que no será nada fácil de descubrir. Si nunca has jugado algún lanzamiento de la serie, aquí tienes que hacer mucha prueba y error pues más allá del tutorial inicial, nunca se te dice que es lo que cada edificación hace o que beneficios consigues al mejorarlas. Sí, te dan el conocimiento básico para crecer y defenderte; pero esto es solo la punta de un iceberg táctico más profundo de lo que uno podría esperar de un pequeño indie pixel art, y si no tienes paciencia es muy posible que termines frustrado durante el largo aprendizaje.
Obviamente, esto no es novedad para quienes han jugado la saga Kingdom en anteriores entregas, pero si eres novato te recomiendo que tomes las cosas con calma hasta acostumbrarte. Una vez que ya entiendas bien lo que estás haciendo, ya todo dependerá de tu inteligencia y decisiones rápidas.
Por otro lado, al hablar del apartado gráfico, debo decir que Kingdom Eighties mantiene el mismo look de sus predecesores con un pixel art sumamente marcado tanto para escenarios como para personajes. Los conocidos cuadros de color retro son de gran tamaño y los personajes no tienen facciones en el rostro ni gran definición en sus cuerpos; pero si cuentan con diseños coloridos y graciosas animaciones (como cuando tu protagonista saca una bebida para refrescarse cada que frenas tu bicicleta) que le da muchísima personalidad. Sé que no será del gusto de todos, pero personalmente encuentro mucho carisma en este estilo gráfico. Por último la breve cinemática introductoria presenta unas bonitas ilustraciones para cada personaje del cast principal y unos atractivos filtros que la hace ver como algo salido de una cinta de VHS o serie de TV ochentera.
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En conclusión, Kingdom Eighties: Summer of Greed es una interesante premisa que seguramente gustará a todos los fans de la franquicia y que también puede llegar a cautivar a quienes gusten de los géneros estrategicos al estilo RTS pero con un agradable giro a la clásica premisa de construir tu base y reforzar a tus tropas, convirtiéndolos en un escuela y niños en un escenario 2D pixelart que hasta parece salido de una clásica aventura de PC de hace varias décadas. Con esto dicho, si nunca has jugado algo similar, es más que probable que termines super confundido al dar tus primeros pasos en este extraño mundo, por lo que también te recomiendo que lo tomes con calma y paciencia, mientras aprendes poco a poco a sobrevivir en esta extraña versión de los años 80.
Kingdom Eighties: Summer of Greed llegará a PC este 26 de junio con un lanzamiento para PlayStation 4, PlayStation 5, Nintendo Switch, Xbox One y Xbox Series X|S durante ese mismo año 2023.
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