Una cosa que queda clara sobre Deadpool es que su protagónico, por razones no explicadas, comprende su posición en el mundo. El irreverente y atrevido personaje hace un esfuerzo constante por subrayar su conciencia del contexto en el que se encuentra, es decir, un multiverso Marvel cada vez más saturado y complejo que abarca décadas, estudios y un número de películas que resulta difícil de contar para la mayoría de los espectadores.

Desde sus inicios, la franquicia Deadpool se ha distinguido por ser una película anti-superhéroe, además de subversiva y autoconsciente, burlándose de todo, desde los cómics hasta Hollywood y de su principal defensor, el co-escritor y protagonista Ryan Reynolds.

No es sorprendente, entonces, que la tan esperada Deadpool & Wolverine acentúe aún más su autoconciencia al romper la cuarta pared. A pesar de que eso hace que se asemeje más a la fórmula clásica de película de superhéroes que suele criticar. Esta tensión, que cuestione los elementos genéricos de las películas de cómics mientras es en sí misma una película de cómics, se resuelve en Deadpool & Wolverine, que se adentra más en su género que las dos entregas anteriores de la franquicia.

Esto puede ayudar a aclarar quién es su público objetivo. Después de todo, alguien que detesta las películas de superhéroes no se convencerá con algunos bastante autocríticos chistes, o con el abultado presupuesto para los cameos y mucho menos con los litros de sangre en pantalla.

Sin embargo, el director Shawn Levy, en su primera película de Marvel, parece haber encontrado un equilibrio. Levy se beneficia del hecho de que la tercera entrega tiene un presupuesto mayor, más expectativa y, por supuesto, un Hugh Jackman como Wolverine. Esa anticipación hace que la relación entre ambos, llena de odio, fanatismo y homoerotismo, sea aún más atractiva. En ese sentido, verlos juntos es todo un deleite, sus escenas de pelea son tan fascinantes como sus momentos de unión intentando evitar el fin del mundo.

Hablando de mundos, es importante estar al tanto del desarrollo en nuestro propio universo. Las dos primeras películas de Deadpool fueron distribuidas por 20th Century Fox, cuya adquisición por 71.3 mil millones de dólares por parte de Walt Disney en 2019 permitió que la franquicia se uniera al Universo Cinematográfico de Marvel. No es sorprendente, entonces, que Deadpool & Wolverine aproveche al máximo ese extenso universo, que comenzó en 2008 con Iron Man de Robert Downey Jr. y ahora incluye más de 30 películas y varios programas de televisión. Cabe señalar que la adquisición también es un objetivo recurrente del sarcasmo de Deadpool a lo largo de la película.

Aunque la película está repleta de referencias y cameos que pueden parecer bastante rebuscados para los menos devotos, Deadpool & Wolverine es lo suficientemente accesible para el espectador casual de Marvel, aunque ver la primera Deadpool y Logan de Jackman de 2017, un presagio del creciente interés en la violencia de superhéroes para adultos, podría ser útil. La serie de Disney+ Loki también proporciona un contexto útil, aunque no esencial, sobre la Time Variance Authority, que regula las líneas temporales del multiverso para evitar “incursiones” o la colisión catastrófica de universos.

Una característica distintiva de Deadpool ha sido su clasificación R y sus extremadamente violentas escenas de acción. En ese sentido, estas escenas son visualmente más atractivas. Pero como decíamos al inicio de la review, Deadpool & Wolverine también cae en algunos de los clichés más comunes que a menudo afectan a las películas de superhéroes. La trama se siente algo desorientada hacia el final. Una escena de batalla llena de cameos se resuelve de manera que deja al público insatisfecho después de haber construido una gran tensión alrededor de ella. Por otro lado, aunque algunas estrellas hacen apariciones destacadas, los espectadores pueden sentirse decepcionados por la gran cantidad de personajes del MCU mencionados que no terminan saliendo en pantalla.

Sin embargo, la sangrienta pero cómica escena final de pelea es suficiente para revitalizar a los espectadores para el acto final, consolidando la película como divertida. Y asumo que eso será suficiente, pero si en algo me puedo poner exquisito, es que al final me quedé con ganas de ver algo más sustancial, y no solo de una película que su mayor valor la encuentre en productos que dejaron historia. En efecto, se siente que Deadpool & Wolverine es una carta de amor a toda la historia de Fox y sus superhéroes, y eso en cierto sentido está bien. Mi problema va a que no solo puede ser eso. La historia es bastante sencilla, como en la primera Deadpool, pero siento que las ganas de ser cada vez más grande, con importantes cameos y sangre por todos lados, hacen que se pierda un poco lo primordial: el contar una buena historia, por más simple que sea, como bien lo hizo la primera Deadpool.

Como el único lanzamiento del MCU en 2024, Deadpool & Wolverine demuestra que la llamada «fatiga de superhéroes» no proviene necesariamente del material original. Ya la probó en su momento la tercera película de Guardians of the Galaxy. A pesar de lo evidente que suene, creo que se ha llegado a olvidar que la atención en la realización de una película puede mejorar el producto final. Deadpool & Wolverine no es rigurosa en ese aspecto, pero al menos es divertida, y sería genial que eso fuera suficiente, pero no lo es, al menos no en el tiempo actual.

gamecored score 7.5

PUNTOS BUENOS

Realmente divertida. Saltarás de las sillas con algunos de los cameos. Ryan Reynolds y Hugh Jackman tienen una gran química y nacieron para interpretar esos roles.

PUNTOS MALOS

Todo el elemento multiversal ensucia lo que debería haber sido una trama mucho más sencilla.

CONCLUSIÓN

Deadpool & Wolverine es una de las películas más divertidas de Marvel, y a pesar del paso a Disney, la franquicia no ha perdido su toque. No obstante, por momentos termina siendo más de lo mismo, sin lograr trazar un camino claro hacia su futuro, cuando fue esa siempre la preocupación inicial.