Assassin’s Creed Shadows en la Nintendo Switch 2 se siente casi como un milagro. Es un juego ambicioso de generación actual que, de alguna manera, ha llegado a la Switch 2 manteniendo gran parte de su estilo visual original. A diferencia de los ports antiguos de Switch, esta versión se acerca mucho más a lo que ofrecen las consolas. No es perfecta, pero me sorprendió lo bien que corre, especialmente comparándola con la versión de PC en dispositivos como el Steam Deck, que no alcanza el mismo nivel de rendimiento.
No hay mucho que añadir sobre el juego en sí, ya que lo cubrimos ampliamente en nuestra review. En resumen, es la primera entrega de la saga ambientada en el Japón feudal y cuenta con un sistema de doble protagonista, que permite alternar entre Naoe y Yasuke. Naoe se juega como un asesino tradicional, centrado en el sigilo, mientras que Yasuke es un guerrero poderoso, capaz de enfrentarse a casi cualquier enemigo, además de tener relevancia histórica.
Me sorprendió gratamente cómo Ubisoft gestionó este port. Si ya habías jugado Shadows y tu cuenta de Ubisoft está vinculada, puedes continuar tu partida sin hacer nada extra. El proceso es automático y muy fluido, siempre que uses la misma cuenta que antes. Cuando lancé el juego y mi partida anterior se cargó al instante, me tomó totalmente por sorpresa.

Para apreciar la versión de Switch 2, hay que tener en cuenta la diferencia de hardware con la PS5. Assassin’s Creed Shadows nunca se lanzó en PS4 o Xbox One, así que siempre ha sido un título de nueva generación. Aunque el juego se ha adaptado muy bien a Switch 2, hay algunos compromisos evidentes. El más notorio es la ausencia de RTGI, el sistema de iluminación global en tiempo real que define la atmósfera del juego. No es un gran problema, ya que incluso en consolas se desactiva en modo rendimiento y solo funciona al apuntar a 30 FPS.
En mi opinión, la mayor limitación del port son las texturas de menor calidad. La reducción de la iluminación se nota si haces comparaciones directas, pero mientras juegas, el juego sigue luciendo bien y se mantiene sólido tanto en modo portátil como acoplado. Me sorprendió lo limpio que se veía en un televisor 4K gracias al DLSS, algo que otros dispositivos portátiles como Steam Deck no logran igualar con tanta fluidez.
La mayoría de los detalles que se pierden se notan en las texturas. La iluminación es más plana, sí, y las texturas a veces son de baja calidad, apareciendo de forma repentina y alternando entre detalles bajos y altos. Este “pop-in” puede distraer, al igual que la agresiva configuración de LOD. Por supuesto, el ray tracing desaparece por completo, aunque me hubiera gustado que Ubisoft mantuviera al menos algunas funciones avanzadas, como hicieron con Star Wars Outlaws.




La ventaja de estos sacrificios es que el juego ahora se mantiene en 30 FPS la mayor parte del tiempo. El inconveniente surge con el frame pacing en modo acoplado, que se nota claramente. Es frustrante, porque el juego soporta VRR en modo portátil, pero Nintendo ha desactivado o eliminado esta opción al jugar acoplado en la Switch 2. El VRR habría hecho que la experiencia en pantalla grande fuera mucho más fluida; por ahora, el modo portátil rinde mejor precisamente por contar con ese soporte.
Esto se nota especialmente en un juego como Assassin’s Creed Shadows. Aunque está diseñado para 30 FPS, el rendimiento puede bajar en áreas con muchos NPC, como pueblos o aldeas. En modo portátil estas caídas se sienten menos gracias a la compensación de frames, pero en modo acoplado no hay esa ventaja.
El juego también trae algunas funciones exclusivas de Switch 2, como soporte táctil, aunque se limita a menús y al modo de construcción de bases. Un problema que me encontré desde el principio fueron crasheos frecuentes al iniciar, que parecen ocurrir al intentar conectarse en línea, aunque no puedo afirmarlo con certeza. Además, los tiempos de carga son más largos de lo esperado y se notan bastante en comparación con consolas de nueva generación y PC.

A pesar de todo, sigue siendo imposible no recomendar la versión de Switch 2 de Assassin’s Creed Shadows. Se siente como un lanzamiento que no debería haber sido posible, pero Ubisoft logró que funcionara en esta consola. También es impresionante que todo el contenido de nueva generación, incluidos los futuros DLC, esté disponible sin recortes. Solo queda esperar que Ubisoft arregle los problemas de rendimiento y los bloqueos aleatorios.

Esta review fue escrita luego de jugar una copia digital de Assassin’s Creed Shadows brindada por Ubisoft para Nintendo Switch 2.
PUNTOS BUENOS
Assassin’s Creed Shadows mantiene su estilo visual original y la identidad del juego, logrando un port impresionante para Switch 2. Soporte para VRR en modo portátil y DLSS en 4K permiten una experiencia fluida y visualmente atractiva. Compatibilidad con partidas anteriores y todo el contenido de nueva generación.PUNTOS MALOS
Problemas de frame pacing y estabilidad en modo acoplado, lo que afecta la experiencia en pantalla grande. Texturas de menor calidad y presencia de pop-in, además de la ausencia de ray tracing y RTGI. Tiempos de carga largos y crasheos frecuentes al iniciar, especialmente al intentar conectarse en línea.CONCLUSIÓN
Un port técnicamente impresionante para Switch 2 que mantiene la esencia del juego, pero con compromisos gráficos y problemas de rendimiento en modo acoplado.