Jacob Navok, exdirector de desarrollo de negocios en Square Enix, defendió públicamente el uso de la IA generativa en el desarrollo de videojuegos, afirmando que el éxito comercial de los títulos que la utilizan demuestra que los consumidores no tienen preocupaciones morales sobre su uso. Según Navok, pese a la gran cantidad de críticas en los medios, la reacción real del público es mínima.
Como ejemplo, Navok menciona el minijuego de Roblox Steal a Brainrot, basado en personajes generados por IA, que ha alcanzado 30 millones de usuarios concurrentes. Para él, esto evidencia que “la Generación Z ama la basura hecha con IA” y que el rechazo a la tecnología proviene más de ciertos sectores de la prensa que de los jugadores. También señala que grandes compañías como Activision y proyectos como Arc Raiders usan IA sin ocultarlo, lo que prueba que “el punto de no retorno ya llegó”.
Navok detalla además que el uso de IA va mucho más allá del arte o las voces generadas. Explica que numerosos estudios la emplean en fases de concepto y que otros tantos utilizan modelos como Claude para programación. Insiste en que será difícil encontrar un juego no indie que no utilice IA para su código, y critica que muchos debates se centren solo en lo visual, ignorando el uso ya extendido de la IA en procesos internos.
No obstante, esta postura pasa por alto la complejidad del tema. Incluso los defensores más entusiastas dentro del desarrollo AAA reconocen que la creatividad humana sigue siendo fundamental. La idea de que la presencia de “AI slop” no afecta la percepción del jugador es una visión simplista que no toma en cuenta preocupaciones sobre ética, calidad o identidad artística.
Actualmente, la industria vive una división clara: mientras compañías como Nexon, Level-5 o Krafton aseguran que todos los estudios adoptarán IA tarde o temprano, otros como Obsidian Entertainment afirman que no utilizan IA en sus procesos. Además, varios desarrolladores independientes rechazan por completo la idea de una adopción inevitable, manteniendo la defensa del trabajo creativo humano.
