Entre 30 y 40 empleados de Rockstar Games fueron despedidos en lo que se considera un acto «despiadado» de represión sindical por parte del Sindicato Independiente de Trabajadores de Gran Bretaña (IWGB), según un nuevo informe de Bloomberg y Jason Schreier.
Según Schreier, Rockstar, filial de Take-Two Interactive, despidió a decenas de empleados en sus oficinas del Reino Unido y Canadá el jueves. Al parecer, los empleados en cuestión formaban parte de un servidor privado de Discord centrado en un sindicato y eran miembros o estaban considerando afiliarse, según informa Kotaku.
La medida, según el IWGB, tenía como objetivo impedir que los trabajadores se sindicalizaran. El IWGB afirma además que varios de los empleados despedidos tenían visas de trabajo patrocinadas por Rockstar o padecen problemas de salud y perderán cobertura médica esencial.
«Rockstar acaba de perpetrar uno de los actos antisindicales más flagrantes y despiadados de la historia de la industria de los videojuegos», declaró Alex Marshall, presidente del IWGB. «Este desprecio absoluto por la ley y por la vida de los trabajadores que generan miles de millones es un insulto para sus fans y para la industria global».
Take-Two y Rockstar, sin embargo, sostienen que los empleados fueron despedidos por «falta grave» y no por ningún otro motivo, como los intentos de sindicalización. «Apoyamos plenamente las ambiciones y el enfoque de Rockstar», declaró Alan Lewis, portavoz de Take-Two, a Bloomberg.
En un comunicado aparte enviado a Kotaku, Take-Two reiteró sus acusaciones de «falta grave» y, al mismo tiempo, destacó la cultura de la empresa.
«Nos esforzamos por crear las mejores franquicias de entretenimiento del mundo, ofreciendo a nuestros equipos creativos de primer nivel entornos de trabajo positivos y oportunidades de desarrollo profesional continuas», se lee en un comunicado enviado por correo electrónico. Nuestra cultura se centra en el trabajo en equipo, la excelencia y la amabilidad. Como siempre, apoyamos plenamente las ambiciones y el enfoque de Rockstar.
Como señaló Schreier en su informe, a principios de 2024, la situación entre Rockstar y el sindicato llegó a un punto crítico cuando la empresa impuso la obligación de regresar a la oficina cinco días a la semana. Estas medidas se justificaron como parte de las iniciativas para mejorar la productividad, así como de la necesidad de reforzar la seguridad tras varias filtraciones.





