Kunitsu-Gami: Path of the Goddess es la siguiente propuesta que llegará muy pronto de la mano de Capcom antes del final de este mes para llevarnos a una versión fantástica del viejo Japón donde guerreros con armas y poderes mágicos deben hacer frente a una plaga de demonios. Con esto dicho, si hablamos de una franquicia de acción y monstruos de este legendario estudio ¿Qué es lo primero que viene a tu mente? ¿Un hack n’ slash de alta velocidad ? ¿Un survival horror o salir de cacería?
Pues nada de eso aplica aquí. Tras jugar la reciente demo, aquello que viene a mi mente son recuerdos de un Capcom de hace casi 20 años, aquel que en la era del Wii y PlayStation 2 se arriesgó al publicar premisas poco usuales como Haunting Grounds, Viewtiful Joe u Okami, aquel que inició un género con Devil May Cry e inventó la saga Ace Attorney. Ojo, no tengo nada en contra de otro Street Fighter, Monster Hunter o remake de Resident Evil; pero se extraña algo de esa frescura propia de ideas poco comunes y locas (al menos para su época)
Reviviendo aquel estilo, ahora tenemos una extraña mezcla de Tower Defense y Hack n’ Slash en un juego que no destaca por sus impresionantes gráficas o cinemática narrativa, sino su gameplay lleno de mecánicas que uno no suele ver juntas en el mismo lugar, creando algo francamente fresco; pero ¿Será divertido? Recordemos que algo nuevo no necesariamente significa algo bueno y por cada Devil May Cry en PS2 existió también un Chaos Legion o Bionic Commando (2009) ¿En qué lado del a balanza caerá Kunitsu-Gami: Path of the Goddess?
Ya que esta no es una review del juego final, sino un análisis basado en la demo lanzada hace un par de días, no puedo comentar mucho de la trama. En Kunitsu-Gami: Path of the Goddess tomamos el rol de Soh, un guerrero enmascarado que debe acompañar y proteger a la sacerdotiza (o diosa, no se especifica en la demo) Toshiro. La misión de Toshiro es purificar lugares contaminados por una plaga demoniaca que afecta a todos los seres vivos que se cruzan en su camino. Desafortunadamente, esto es lo más que puedo asumir de los 4 niveles que conforman la demo por lo que el veredicto del aspecto narrativo tendrá que esperar.
Pasemos entonces a hablar del gameplay, que es sin lugar a dudas lo que más llama la atención de esta curiosa creación. La campaña se divide en una colección de niveles ubicados sobre un amplio mapa a manera de nodos o puntos a seleccionar que a su vez se dividen en fases más pequeñas. Una vez dentro de una de ellas controlas a Soh y debes juntar tantos Cristales como sea posible antes de que caiga la noche. Esto lo haces rompiendo jarrones y cortando unas plantas brillantes; pero también purificando unos pulsantes capullos dejados por la plaga sobre paredes y árboles, algunos de estos capullos incluso han atrapado a gente local que puedes rescatar. Al purificar a un poblador ganas un aliado a quien puedes asignar uno de varios roles que vas desbloqueando conforme progresas como: Leñador, Arquero, Hechicero o Sanador (los únicos 4 disponibles en la demo) gastando los cristales reunidos.
Cuando un poblador recibe un rol se convierte en un soldado a tu mando a quien puedes colocar en cualquier parte del escenario que esté a su alcance. Aunque no lo controlas directamente, una vez ubicado, este personaje actua de forma automática según sus habilidades para apoyar a sus compañeros o derrotar algún enemigo. Por ejemplo: El leñador ataca automáticamente cuando un rival entra en su área y el arquero hace lo mismo pero a larga distancia; mientras que el Hechicero ralentiza a los oponentes y el Sanador recupera la vida perdida de aquellos que estén cerca.
No obstante, no puedes demorar mucho rescatando gente y reuniendo cristales pues el tiempo juega en tu contra y, tras unos minutos de exploración, cae la noche y aparecen los causantes de la plaga, las criaturas conocidas como «The Seethe». Estos seres llegan en varias formas y tamaños a través de las «Tori Gates», portales al mundo de los demonios ubicados estratégicamente. Para sobrevivir a la noche, tienes que colocar a cada miembro del equipo de forma inteligente entre los portales y la sacerdotiza Toshiro para evitar que los monstruos puedan alcanzarla pues su muerte significa un «Game Over».
Todo lo anterior cubre las mecánicas básicas del lado «Tower Defense» de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess. Tal como en aquellos títulos popularizados particularmente en la era dorada de los juegos para móviles como Kingdom Rush o Arknights, el posicionamiento de tus unidades es muy importante para evitar la destrucción de tu querida Toshiro; pero no es la única manera de hacer frente a The Seethe. Soh, el líder de la armada y protector de la protagonista, también puede pelear con su espada purificadora utilizando golpes débiles y fuertes que puedes combinar en cortas cadenas añadiendo un toque de «Hack n’ Slash». Eso sí, no esperes que Soh sea tan complejo o versátil como Dante de Devil May Cry; sus combos son simples y sus evasiones (activadas presionando el stick izquierdo) son algo torpes; pero es de lejos mucho más poderoso y ágil que cualquiera de sus soldados. Además cuenta con una técnica especial que consume una barra de poder que puedes equipar o modificar para hacer daño o aumentar los atributos de tus compañeros.
Como has de imaginar, las peleas consisten en correr de un lado a otro del nivel para interceptar a los Seethe antes de que alcanzan a Toshiro, ya sea usando directamente a Soh u ordenando a algún compañero reclutado a intervenir. La táctica se ve incrementada cuando aparecen elementos en el lugar como torres para dar ventaja a tus Arqueros, lozas sagradas que generan campos protectores si Toshiro las toca y construcciones que puedes reparar usando a tu «Carpintero» como barricadas y obeliscos que generan algún tipo de «Buff» para quienes estén dentro de su alcance.
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Las confrontaciones tienen un tiempo limitado. Así como la fase de reunir aliados y recursos ocupa el día, una vez que amanece y acaba la noche, los Seethe desaparecen y vuelves a tu deber como purificador; pero más importante, tu deber de guiar a Toshiro hasta las Tori Gates enemigas para poder cerrarlas de forma permanente. Para hacer esto, Soh puede consumir cristales para trazar un «Camino Espiritual» desde los pies de la sacerdotiza hasta el final del nivel. Este es otro elemento a tomar en cuenta pues tienes que administrar bien esos cristales. Si los gastas todos en crear un camino para Toshiro, corres el riesgo de no tener suficientes para reclutar aliados y viceversa. Cabe mencionar que los Seethe derrotados también generan cristales, así que nunca se acabarán del todo.
Esto es, en líneas generales, el flujo de cada nivel: Purifica objetos, reune cristales y rescata pobladores para convertirlos en tus aliados durante el día y lucha contra monstruos en la noche, sin olvidar ahorrar algunos cristales para marcar la ruta que Toshiro seguirá pues llevarla al final es la única manera de completar tu misión.
Debo decir que el gameplay es bastante peculiar; aunque no creo que sea excesivamente divertido; es muy simpático y entretenido, en especial si te gusta la táctica o, mejor aun, el género de Tower Defense. Ojo, hay que tomar en cuenta que lo aquí jugado es tan solo una demo; pero en este primer puñado de niveles, Soh se siente como un personaje limitado en combate con habilidades bastante simples y algo repetitivas. No obstante, creo que esto es intencional pues la idea no es que pelees por tu cuenta sino que saques provecho de tus compañeros dándoles órdenes precisas y los roles correctos para poder apoyarte en los momentos más complicados.
Por ejemplo: El segundo nivel de la demo te pone frente a frente con el primer boss, un demonio de gran tamaño y largos brazos que además puede invocar compañeros. Al inicio se te entrega un cofre con 200 cristales y debes hacer una elección: Puedes reclutar 4 Leñadores por 50 cada uno, o un leñador y un Hechicero que cuesta 150 (cuyo poder es ralentizar a los oponentes pequeños) Aunque en ambos casos ganar es perfectamente posible, al usar a 4 guerreros a tu lado, todos golpeando al mismo enemigo, el boss cae mucho más rápido y puedes completar el reto de vencer en menos de 1 minuto. Mientras más retos completes, más recompensas recibes, como las gemas Musubi con las que puedes mejorar a las diferentes unidades en tu campamento. A su vez, si purificas por completo un área es posible que recibas un tesoro para equipar en tu personaje mejorándolo o aumentando algún atributo de sus acompañantes.
Como ya dije, la jugabilidad es entretenida y ciertamente funciona bien para lo que busca hacer: Crear un entorno donde no eres un héroe solitario, sino la cabeza de un esfuerzo grupal al que debes comandar con astucia y decisiones rápidas. Ciertamente no es del todo mi estilo de juego; pero aunque soy más adepto a los hack n’ slash puros o los productos del género «Character Action», debo decir que esta mezcla de acción con estrategia tiene su encanto. En cierta forma, me recuerda a obras como Overlord o incluso Pikmin, y ya que es un tanto difícil de explicar la sensación de jugarlo, espero que estas comparaciones te sean más familiares.
Antes de cerrar, quiero mencionar que el apartado audiovisual es particularmente bueno, con la calidad que uno puede esperar de Capcom; pero con un toque especial para reflejar la temática del antiguo Japón. A nivel gráfico, Toshiro es sin duda el personaje más llamativo usando hermosas ropas de corte tradicional y mantos de seda transparente que fluyen con el baile que hace al caminar lentamente y al purificar las Tori Gates al final de cada nivel. Soh y sus unidades están a la misma altura con sus misteriosas máscaras y trajes igualmente fluidos. Por su parte, la música incluye los clásicos tambores y silbidos propios de las melodías antiguas para acompañar las batallas y las muchas danzas de purificación.
En conclusión, Kunitsu-Gami: Path of the Goddess es ciertamente un título fuera de lo común y algo extraño para un estudio tan grande como Capcom; pero tampoco es algo que nunca hayan hecho antes. Si bien varias compañías especializadas en lanzamientos AAA suelen evitar arriesgarse con ideas innovadoras y apostar solo por franquicias o conceptos conocidos y probados, los dueños de Street Fighter y Resident Evil no son ajenos a romper el molde.
Es por ello que dije que la obra me recuerda a algo producido por aquel Capcom de la era de PlayStation 2, aquella compañía que lanzó propuestas inusuales con muchísima personalidad como Viewtiful Joe o el clásico Okami; pero también la misma empresa que cometió errores como Chaos Legion. Personalmente, no creo que el estilo de Kunitsu-Gami sea de un gusto general ni que las masas lo reciban como un éxito sorpresa o algo que rompa esquemas en el mercado. Para ser franco, creo que en el mejor de los casos podría volverse un favorito de nicho, destacado principalmente por la originalidad de su gameplay que por factores como trama o acabado audio visual.
La propuesta es simpática, divertida y curiosa; pero también lejos de ser atrapante. Si la demo es una indicación de lo que vendrá a futuro, no esperes dramáticas escenas cinemáticas, ni realistas actuaciones aprovechando el poderoso RE Engine ni nada que te haga explotar la cabeza por sus gráficos o sonido, Kunitsu-Gami es un juego que se apoya al 100% en su jugabilidad única y acertada combinación de un básico lado hack n’ slash con una sólida interpretación del género Tower Defense. Si te gusta alguno de esos estilos y buscas una propuesta experimental que se salga de lo habitual, te recomiendo que le des una probada a la demo antes de comprarlo.
Este preview fue escrito trás jugar la demo de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess en PlayStation 5. La demo ya está disponible en PlayStation, Steam y Xbox. El juego final se lanzará este 19 de Julio en las mismas plataformas.
