El lanzamiento de Aion 2, secuela del popular MMO de 2009, ha sido un desastre en Corea del Sur y Taiwán, dos de las regiones más exigentes para este género. La recepción ha sido extremadamente negativa, con críticas hacia su modelo free-to-play que, en la práctica, es pay-to-win y, en ciertos aspectos, pay-to-play, ya que funciones esenciales del juego están bloqueadas tras un servicio de suscripción mensual. Los jugadores pueden incluso comprar artículos que aumentan el poder de su personaje, lo que refuerza las acusaciones de desequilibrio y monetización predatoria.
El desastre inicial ha tenido un impacto económico inmediato: el precio de las acciones de NCSoft cayó más de un 15 % en apenas un par de días, provocando alarma dentro del estudio. Según Korea JoonGang Daily, los desarrolladores emitieron un broadcast de emergencia 15 horas después del lanzamiento, prometiendo cambios y retirando algunos ítems de la tienda temporalmente para calmar a la comunidad.
Más allá de los problemas de monetización, los jugadores han criticado duramente la calidad del juego, comparándolo con un juego móvil barato, según comentarios en Reddit. Esto ha generado decepción entre los fanáticos del género, que esperaban un título sólido tras el legado de Aion original.
El patrón de MMOs mal hechos y saturados de microtransacciones no es nuevo, pero resulta especialmente problemático que Aion 2 sea la secuela de un MMO bien querido. La combinación de mala optimización, microtransacciones agresivas y decisiones de diseño cuestionables ha hecho que la reputación del juego se desplome rápidamente.
NCSoft enfrenta un largo camino para intentar salvar el proyecto, y una de las medidas clave sería revisar su modelo de negocio, implementando un sistema verdaderamente free-to-play. Hasta ahora, la compañía no ha revelado planes para un lanzamiento internacional, y dados los problemas iniciales, los jugadores fuera de Asia podrían esperar mucho tiempo antes de tener acceso a una versión local.





