Dynasty Warriors: Origins es la secuela de una saga que tuve la suerte de conocer hace muchísimos años en la era del PlayStation 2 gracias a su tercera entrega. La serie fundadora del estilo «1 vs 1000», donde eres un legendario oficial de guerra capaz de eliminar oleadas de enemigos con solo su sable o lanza, me presentó en su momento un nivel de acción que nunca había visto antes.
Cada estreno en la franquicia era una excelente excusa para juntarme con amigos o familia y, aprovechando el modo de pantalla dividida, eliminar miles de rivales con devastadores poderes en camino a ganar otra batalla ambientada en la icónica leyenda del Romance de los Tres Reinos de la antigua China. Como dije, ver docenas de guerreros volar por los aires era una novedad y ciertamente me hacía sentir como un guerrero imparable. No obstante, con el pasar de los años, el encanto de aplastarlos como insectos fue desapareciendo mientras buscaba retos que pusieran a prueba mi destreza.
Si bien mantuve cierto contacto con los siguientes títulos (hasta el número 6) y pude jugar otros similares como Samurai Warriors, mis preferencias ahora favorecían a géneros como el hack n’ slash o el reciente «soulslike» donde en lugar de ser imparable enfrentabas retos colosales. Y honestamente no esperaba que mi opinión cambiara cuando Koei Tecmo y el estudio Omega Force anunciaron el regreso de la saga con Dynasty Warriors: Origins, un reboot con un nuevo enfoque.
Ahora en lugar de jugar como uno de los muchísimos oficiales, capitanes y generales de los reinos Wu, Shu y Wei, celebradas figuras históricas de Asia, tomas el rol de un espadachin sin nombre que se ve envuelto en el caos de la guerra (algo similar a lo que pasa en Wo Long: Fallen Dynasty) Lo que no esperaba, era que este cambio traería también algo que tanto deseaba ver en la serie: Un reto de alto nivel; pero sin sacrificar la caótica acción de su premisa. Si eres un fan acérrimo de la obra o eres un fanático de los juegos de combate buscando un nuevo desafío, tienes que jugar esta demo.
La demo de Dynasty Warriors: Origins se desarrolla en la Batalla de Sishui Gate. Aquí la colisión de los Tres Reinos orquesta una gran ofensiva para derrotar al tirano Dong Zhuo. Tu personaje, el «Wanderer» o «Vagabundo», es un soldado sin nombre que parece estar bajo el mando de un joven Liu Bei, emperador del reino Shu, y es él quien te pide guiar a un nuevo escuadrón. Este grupo está formado por gente muy variada, desde veteranos de guerra hasta simples granjeros; pero todos ellos tienen en común dos cosas: No pertenecen a ningún reino y están ansiosos por derrotar Dong Zhuo.
Vemos el debut del sistema de diálogo de respuestas múltiples para alterar ligeramente las conversaciones; pero en el demo estas decisiones incluso pueden ser «saltadas» y no tienen gran importancia. Una vez cerrada la introducción, tu protagonista y los comandantes al mando de la coalisión se reunen para discutir la gran misión que tienen por delante. Con el general Yuan Shao como líder, múltiples escuadrones deben debilitar las fuerzas de Dong Zhuo camino a su escondite y finalmente destruir las puertas de Sishui para acorralarlo.
Y eso es toda la trama que tenemos en esta demo. Considerando que éste es un reboot esperaba un poco más de trasfondo para el Wanderer. Después de todo, el héroe no es un personaje creado como en Wo Long o Rise of the Ronin, sino un protagonista único. En todo caso, tener un solo nivel no significa que la pelea sea corta pues la Batalla de Sishui Gate puede tomarte entre unos 15 a 20 minutos en la dificultad «Hero», la más alta disponible y la que elegi para mi prueba.
Antes de iniciar el gran choque militar se te da la opción de revisar tu equipo, accesorios y habilidades. Nuestro Wanderer puede equipar varios tipos de armas y en la demo tenemos 4 de ellas: Espada de una mano, Chakrams gemelos, Espada pesada y Alabarda (Lanza con punta curva) cada una en dos variedades con atributos pasivos como aumento de fuerza, defensa o ventana para evasiones y parries. Sin embargo, lo más importante son los ataques y combos que puedes usar.
Siguiendo la tradición de la serie, tienes golpes débiles y fuertes; pero cada arma los combina a su manera. Por ejemplo: La espada corta cuenta con la habilidad de hacer «seguimiento» a algunos combos como cuando usas cuatro golpes débiles y uno fuerte para lanzar por el aire al oponente. Si en ese momento presionas golpe fuerte, desatas una serie de veloces cortes. Por otro lado, con la espada pesada puedes cargar poder y causar ondas de choque. Estas 4 no son las únicas armas pues tus enemigos cuentan con otras clásicas como los Abanicos de Combate o el Mazo Gigante; pero en la demo la variedad es algo limitada. Además de tu arma, también eliges accesorios con más bonificaciones pasivas para reforzar tu estilo de pelea y un compañero de equipo: Un héroe controlado por la computadora que pelea a tu lado la mayor parte de la misión y hasta se une a tí al usar algunos poderes. También es posible controlarlo directamente en momentos clave generando una dinámica muy divertida según a quien elijas.
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Otros elementos clásicos que regresan son los items de recuperación (dumplings o min paos) los ataques especiales que consumen Bravery, unos puntos de poder que se llenan al dar golpes, y el ataque Musou: Un super movimiento que consume la barra de poder debajo de tu vida y sirve para golpear a muchos oponentes a la vez. Adicionalmente, esta movida ahora tiene dos variantes: El Ataque Musou en pareja ejecutado con tu compañero elegido y el modo «War God». Este modo especial se activa al llenar la barra de Musou al nivel máximo (nivel tres) y vuelve invencible a tu héroe por unos segundos mientras la barra se reduce lentamente. En modo War God, tus poderes especiales no consumen «Bravery» y una vez que el medidor llega a cero (o si presionas el botón apropiado) ejecutas un «True Musou Attack», la jugada más devastadora en tu arsenal.
También tienes la habilidad de montar a caballo para moverte rápidamente de un punto a otro. Recuerda que si bien éste es un juego de acción, hay un toque de estrategia y todo se desarrolla en un gran campo de batalla unificado donde tienes que moverte de un lugar a otro para ayudar a tu bando, por lo que el fiel córcel siempre es bienvenido. Mi única queja aquí es la ubicación del botón por defecto para llamarlo: L3. Varias veces invoqué a mi caballo por error y me costó recibir un tremendo golpe, así que si eres de los que presiona la palanca sin querer, te recomiendo cambiar los controles.
Todo lo anterior es «típico» de Dynasty Warriors; pero Origins empieza a formar su identidad única con mecánicas extras que parecen salidas de un «Soulslike» pero que encajan a la perfección. Para empezar, cuentas con dos técnicas defensivas: Parry y Evasión. Ambos deben ejecutarse justo antes de ser golpeado y traen muchos beneficios si te arriegas a usarlas. En el caso del Parry, no solo detienes por completo cualquier combo del contrincante, sino que lo dejas con la guardia baja listo para iniciar tu arremetida. En segundo lugar, la Evasión tiene una ventana de acción más generosa y ralentiza la acción por unos instantes; pero no detiene los combos del oponente. Aunque la mayoría de impactos pueden ser contrarrestados por ambas jugadas, pronto te das cuenta que debes intercambiarlas según sea el caso. Los Parries son ideales a corta distancia, mientras que las evasiones son excelentes contra proyectiles, ondas de choque o técnicas inbloqueables como el agarre de un jefe.
Si vienes de jugar lanzamientos previos de la saga y lees esto seguramente pensarás que de nada sirve tener Parries y Evasiones si los enemigos siguen siendo fáciles y tontos como antes. Esto aun se aplica para los soldados menores, de hecho quizás más que antes. Gracias al poder de las consolas y PCs modernas, la cantidad de enemigos en pantalla ha aumentado tremendamente y es todo un espectáculo verlos salir volando cuando usas tus poderes o arremeten contra tí en una organizada fuerza de choque. Sí, los soldados regulares aun son pequeños insectos; pero no puedo negar lo divertidísimo que sigue siendo aplastarlos por docenas, ver mi contador de eliminaciones alcanzar las cuatro cifras y llenar sus corazones de miedo con cada emboscada.
Con esto dicho, la cosa cambia cuando retamos a un oficial. Incluso tras 5 horas reiniciando varias veces la demo, los oficiales nunca fueron enemigos subestimables (al menos en el modo Hero/Hard) Estos líderes usan movidas similares a las tuyas (según su tipo de arma) y es recomendable enfrentarlos uno a la vez pues dos atacándote al mismo tiempo puede ser todo un dolor de cabeza. Es aquí donde entran a tallar los Parries, las Evasiones y la mecánica de la «Fortitude». Éste es un medidor ubicado encima de la vida de tus contrincantes representado por pequeños escudos. Causa suficiente daño a un oficial y su Fortitude se reduce a cero, obligándolo a caer de rodillas para recibir un «Assault», un combo muy vistozo y doloroso que les robará buena parte de su barra de vida.
Es al pelear contra los oficiales a la mitad del calor de la batalla donde más se luce el gameplay del juego. Mientras los cuerpos de aliados y enemigos siguen volando a tu alrededor (aunque sin ningún tipo de gore) puedes hacer «lock on» en alguien digno de tu espada e iniciar un enfrentamiento de mayor nivel. Algunos oficiales incluso te retan a «Duelos» formando un círculo de soldados como si estuvieran viendo una lucha callejera. Sin duda, estos momentos fueron para mí los más divertidos de la demo; pero aun con su gran nivel de entretenimiento, son solo parte de un todo más grande e igualmente atractivo.
Una vez más, recordemos que no estamos jugando con un héroe solitario en un hack n’ slash. Tu protagonista es un líder militar a la mitad de una operación que debe hacer correcto uso de «Tácticas», control del mapa y la siempre presente barra de «Moral».
Cada misión cuenta con un extenso mapa (mas no un mundo abierto) donde puedes notar la actividad aliada y enemiga en todo momento. Dentro de este mapa existen puntos clave señalados por letras (A, B, C, D y más) Esta señalización es muy útil para saber por donde moverte y a que punto dirigirte con urgencia en caso un aliado necesite tu ayuda. De nuevo, no estás peleando solo, y si bien caer derrotado significa un «Game Over», también es posible perder si tu líder es eliminado. En este caso se trata del general Yuan Shao y debo decir que varias de mis primeras derrotas se debieron a que descuidé su seguridad y permití que un oficial contrario lo eliminara. Es importante siempre estar atento a los diálogos o a sus barras de vida en el menú de pausa para saber cuando debes socorrer a alguien.
Dominar el mapa de guerra no solo se trata de mantener con vida a tus amigos, sino también de robarle terreno al opositor. Existen bases enemigas colocadas en puntos estratégicos y al tomar control de ellas no solo reduces la cantidad de rivales sino que también aumentan tus opciones tácticas. Por ejemplo, en esta demo puedes concluir la misión con una embestida frontal; pero si conquistas el cuartel al Este de la puerta Sishui puedes ejecutar una emboscada que reducirá en gran medida la «Moral» enemiga, una barra azul y roja que representa que bando lleva la ventaja en el conflicto. Aumenta tu moral eliminando oficiales y tomando bases y tus soldados serán más agresivos y eficientes. Por lo contrario, deja que tus aliados mueran y el animo caerá por los suelos, convirtiéndolos en presa fácil.
El sistema de Moral es algo que ha existido desde el primer Dynasty Warriors; pero algo que es relativamente nuevo son las «Tácticas». Estas jugadas son muy divertidas de usar y te permiten ordenar a tus soldados cercanos a ejecutar múltiples estrategias como aplastar al enemigo corriendo con sus lanzas arriba, causar una lluvia de flechas sobre ellos o incluso juntarse todos para golpear a un mismo capitán contrario. Para usarlas basta con esperar a que cargue uno de tus skills tácticos y presionar el gatillo izquierdo ralentizando la acción y señalando hacia donde deseas mover a tus vasallos. Las tácticas son simples y directas de usar, muy entretenidas y siempre me roba una sonrisa ver a mis soldados atropellar a una distraida unidad rival. Eso sí, no dejes morir a muchos o la efectividad del ataque se verá sevéramente reducido.
Ahora, con tanto caos en una pantalla llena de miles de guerreros peleando todos a la vez uno podría preocuparse del rendimiento de la consola. Afortunadamente, Dynasty Warriors: Origins corre de manera muy fulida en una PlayStation 5 regular y aunque tuve unos pocos momentos de «lag» cuando se disparaban las mini-cinemáticas anunciando el inicio de una gran táctica al mismo tiempo que casi 2000 soldados peleaban a la vez, solo duran una fracción de tiempo. Y ya que hablo de fluidez, éste es el primer juego que veo en mi consola que te da la opción de elegir el «FPS» que desees alcanzar con las opciones de 30, 60 y 120. Claro está, esto también sacrifica un poco la calidad visual, así que al final eres tú quien elige si beneficiar el rendimiento o los gráficos.
Si existe un «problema» técnico que no me molestaría ver corregido es la distancia de la cámara hacia tu héroe. Por ratos sentí que la cámara estaba demasiado cerca a la espalda del protagonista y esto hacia bastante fácil ser golpeado por la espalda o tomado por sorpresa por un proyectil. Adicionalmente, la acción es tan caótica que si tú y un oficial enemigo pelean en medio de una gran cantidad de unidades menores, es fácil perder de vista a tu objetivo. En mi opinión, alejar la cámara tan solo un poco más (o dar la opción de hacerlo para quienes lo deseen) sería un gran beneficio para la experiencia.
Por último, pero no menos importante, si completas tu misión y tomas el control de la Sishui Gate, un poderoso enemigo aparece para destruir a todos tus aliados en un instante y retarte a un duelo muy personal, nada más y nada menos que el terror de los Tres Reinos: Lu Bu. Ya seas un veterano de la saga o alguien que a penas ha oido de ella, sabes muy bien de la fama de este maestro de la Alabarda. Lu Bu es un monstruo capaz de hacerte pedazos con solo un par de golpes en la dificultad más alta y si piensas vencerlo te recomiendo llegar con al menos un puñado de items de curación. Esta es sin duda la pelea más dura de toda la demo, aquella que muchas veces me hizo cuestionarme si reducir o no el nivel de reto; pero luego de más de 20 intentos por fin elimine a este temible oponente en la dificultad más alta. La satisfacción que siguió a la gran victoria es una que solo recuerdo haber sentido en títulos como Sekiro, Wo Long o Lies of P.
Aquí vale la pena mencionar la excelente opción de reiniciar tu partida en puntos clave. Ya que los niveles son largos, es posible que seas derrotado luego de invertir mucho tiempo o que un descuido de la vuelta a lo que parecía una victoria segura. Afortunadamente, en la pantalla de Game Over puedes seleccionar reiniciar la misión desde el comienzo o desde hitos importantes pudiendo observar la situación de la barra de Moral indicando que bando llevaba la ventaja. Sin duda una adición excelente, en especial si el juego final no incluye los «quick saves» (que al menos la demo no tenía)
Tras largo rato probando armas y aprendiendo como ser más efectivo en batalla, y aun más tiempo buscando vencer al imponente Lu Bu, debo decir que pasé un rato excelente con Dynasty Warriors: Origins. Muchos lo han llamado un regreso a los mejores momentos de la franquicia; pero personalmente no solo veo eso, sino también un gran progreso de aquella serie que se basaba únicamente en la fantasía de convertirte en un héroe invencible.
Éste título no solo trae la caótica y emocionante acción que todos esperabamos. Sí, aun cruzas grandes campos de batalla arrasando con todo en tu camino, aun lanzas por los aires a docenas de oponentes como si fueran hojas en el viento con tan solo blandir tu lanza o espada, y aun debes proteger a tu líder incluso por encima de tu propia vida para evitar ser derrotado. No obstante, también combina toda esta adrenalina con un reto digno de los más hábiles que te obliga a no solo usar tus reflejos y precisión, sino también las mejores tácticas para tomar la ventaja en las situaciones más complicadas.
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En conclusión, más que un regreso a la gloria del pasado, creo que Dynasty Warriors: Origins promete ser una sobresaliente evolución para la longeva creación de Omega Force y Koei Tecmo. Solo el futuro dirá si el juego final alcanzará las expectativas de una gran fanaticada que espera con ansias volver a la mortal era de los Tres Reinos; pero si esta demo es una referencia del futuro, creo que debemos alistarnos para una vez más perseguir a Lu Bu.
Dynasty Warriors: Origins se lanzará el 17 de enero de 2025 para Xbox Series X/S, PS5 y PC.