Quizás la bomba más grande de todo el Summer Game Fest fue el anuncio de Resident Evil Requiem, también conocido como Resident Evil 9. Aunque oficialmente Capcom todavía no ha dado demasiados detalles, sabemos que el personaje principal será Grace Ashcroft, y que probablemente tengamos también a Leon S. Kennedy como personaje jugable.
El tráiler de presentación fue un poco ambiguo, pero gracias a Capcom tuvimos acceso a una función privada donde nos mostraron un hands-off demo —es decir, alguien del equipo lo jugaba en tiempo real mientras nosotros solo observábamos. La demo duró unos 20 minutos y nos dejó ver bastante de la jugabilidad, la atmósfera y hacia dónde va esta nueva entrega.
El juego corría sobre PlayStation 5 Pro y, honestamente, no sé qué magia le siguen metiendo al RE Engine, pero se ve más impresionante que nunca. En la presentación, el director del juego Koshi Nakanishi explicó que esta entrega busca ser una “evolución atrevida” de la franquicia, mezclando el clásico Survival Horror con un toque de High-Stake Action.
Una de las ideas principales que nos comentó fue el concepto de «Addictive Fear» (miedo adictivo): ese tipo de tensión que no solo asusta, sino que te atrapa. Para lograrlo, el equipo ha trabajado muchísimo en los detalles visuales, enfocándose en aspectos como la piel, el pelo, el sudor, las venas y todos esos pequeños elementos que harán que las criaturas y personajes luzcan lo más realistas (y perturbadores) posibles.



Un inicio tenso y lleno de detalle
Algo que también nos explicaron es que Grace, la protagonista, no es precisamente una experta en combate, pero sí sabe defenderse, ya que es agente del FBI. Desde el inicio se nota que no estamos controlando a un personaje invencible, lo que suma bastante a la tensión.
La demo empieza justo con la escena que vimos en el tráiler: Grace está capturada, colgada boca abajo, amarrada sobre una especie de cama quirúrgica, en lo que parece ser un hospital —aunque no queda completamente claro. Con algo de ingenio, logra liberarse, y desde el arranque ya resalta el nivel de detalle brutal que tiene el juego: heridas abiertas, el sudor chorreando por su cara y brazos, y texturas hiperrealistas que son impactantes.
No se explica el contexto exacto de por qué Grace está ahí, pero podemos ver que le están extrayendo sangre y tiene una gran herida en el pecho. Tras esta breve cinemática, el gameplay arranca en primera persona, sin ningún tipo de HUD o ayuda visual en pantalla. La cámara empieza a recorrer lentamente el cuarto, mostrándonos distintos objetos que sugieren pistas sobre lo que está ocurriendo.
A medida que avanzamos, algo que destaca muchísimo es la respiración de Grace. El sonido, el jadeo, la tensión en su voz… todo está trabajado al detalle. Su respiración agitada transmite perfectamente su miedo y desesperación, generando una atmósfera muy parecida a la tensión que sentíamos en la famosa Casa Beneviento de Resident Evil Village.




Una ambientación que no da respiro
El ambiente general es muy tenso. Pasillos oscuros, sonidos extraños, golpes secos a lo lejos, sombras moviéndose al fondo. Y aunque no queda claro si estamos en un hospital, hotel o alguna comisaría, todo apunta a que es algún tipo de instalación médica por los elementos que se ven. Poco a poco, el juego nos muestra que Grace no está sola. Algo empieza a acecharla y a acosarla. Los sonidos se vuelven más cercanos, las sombras más inquietantes, y el ambiente se va cerrando cada vez más.
Durante la demo, también vimos que se pueden agarrar objetos del entorno y lanzarlos. Aunque no se mostró exactamente para qué sirve esta mecánica, se intuye que podrían ser usados para distraer enemigos o crear pequeñas ventanas de escape.
Algo que también resalta es lo oscuro que es el juego en general. A los pocos minutos consiguen un zippo (encendedor), el cual permite iluminar los pasillos e identificar mejor los caminos y puertas bloqueadas —muy al estilo clásico de Resident Evil con sus cerraduras cerradas que requieren llaves específicas.



El primer gran encuentro
Mientras Grace sigue explorando el lugar, algo que llama la atención es la cantidad de huecos en techos, paredes y pisos. La razón de estos huecos se aclara rápido. Al abrir una puerta, un cadáver cae al suelo. Hasta ahí, todo normal en un Resident Evil. Lo curioso fue lo que pasó después: aunque el cuerpo claramente estaba muerto (incluso parecía infectado), Grace se acerca y le toma el pulso. Fue un momento raro; en la sala donde vimos la demo, varios nos empezamos a reír porque no tenía mucho sentido. No sé si fue un alivio cómico intencional o simplemente algo que quedará mejor explicado en el juego final.
Pero esa pequeña pausa cómica desaparece en segundos. Mientras Grace se aleja del cadáver, una mano gigantesca lo agarra desde arriba, lo levanta, y al alzar la vista aparece la verdadera amenaza: una criatura espeluznante, con una boca enorme que empieza a devorar el cuerpo.
Describir bien al enemigo es difícil porque nunca llegas a ver su cuerpo completo, pero sí su cara distorsionada y sus extremidades exageradamente largas, con unos dedos grotescos. Me recordó bastante a la criatura final de la película española REC. Tiene ese mismo vibe de oscuridad y desesperación, y de inmediato el juego pasa a ser una secuencia de persecución pura.



Persecución, sigilo y survival puro
La criatura empieza a perseguir a Grace a través de distintos pasillos y habitaciones. Ella tiene que ir escondiéndose en varios cuartos, donde la criatura aparentemente no puede entrar, pero sí puede moverse por los techos o los pisos, transformando el escenario completo en una trampa constante.
En un momento de la demo, la criatura logra atrapar a Grace, le mete un mordisco en el hombro que en teoría pudo haberla partido en dos, pero al ser un videojuego, simplemente le quita algo de vida. Para curarse, Grace se inyecta en el brazo izquierdo una inyección enorme, que visualmente me recordó a los plasmids de BioShock por lo exagerado del movimiento.
Algo que también se mantiene de los últimos Resident Evil es que el personaje realmente no corre a máxima velocidad. Tiene este trote desesperado, rápido pero limitado, que le suma mucha más tensión al escape.
En el resto de la demo vimos más secuencias de escape y algo de sigilo, donde Grace puede agacharse y moverse sin ser detectada. Después consigue unas llaves para abrir nuevas puertas, y ahí llega una de las grandes sorpresas de esta demo: la cámara cambia de primera persona a tercera persona. Ahí nos confirmaron que desde el lanzamiento, Resident Evil Requiem podrá jugarse completo tanto en primera como en tercera persona, permitiendo que cada jugador elija cómo vivir la experiencia.
El cambio de cámara dura solo unos segundos antes de que la demo termine, pero incluso en ese breve momento se aprecia el trabajo brutal que han hecho con el modelado de Grace: su cabello, por ejemplo, deja pasar la luz con un nivel de detalle impresionante. Si así se ve un pequeño segmento, queda claro que el juego final va a tener escenarios y ambientaciones alucinantes.




Un regreso puro al terror
Aunque vimos solo un pequeño fragmento de lo que será Resident Evil Requiem, queda clarísimo que la saga vuelve a sus raíces de terror puro. Me gustó mucho el concepto de Addictive Fear que mencionó el director: esa mezcla de incomodidad, tensión y peligro constante que te mantiene pegado, sufriendo pero queriendo seguir.
Definitivamente es uno de los juegos que más espero. Solo queda esperar a que Capcom nos muestre más detalles en las próximas semanas.