Destiny 2: Lightfall – Temporada de la Resistencia
Casi 4 meses han pasado desde el lanzamiento de Destiny 2: Eclipse (Destiny 2: Lightfall) y con ellos también se va la primera temporada de este año 2023. Titulada «Temporada de la Resistencia» (Season of Defiance) Ésta fue la primera etapa de la ya tradicional renovación anual del gran looter-shooter de Bungie y su arribo trajo también algunas novedades a la experiencia.
Con esto dicho, así como la campaña y el contenido inicial de Lightfall no lograron encender la chispa de la emoción en muchos de los fanáticos; personalmente creo que la temporada inicial tampoco logró alcanzar aquel encanto que hace que los jugadores de Destiny 2 quieran volver día a día, semana a semana, para viajar por el cosmos cumpliendo las varias misiones que los esperan con la promesa de otorgarles más recompensas.
La Temporada de la Resistencia arrancó al mismo tiempo que Lightfall/Eclipse por lo que en cierta forma uno podría considerar que los jugadores ya tenían bastante por hacer con una campaña de estreno y un nuevo elemento añadido a su repertorio de combate: El elemento oscuro, Strand. Sin embargo, aquí solo voy a tomar en cuenta el contenido propio de estos últimos 4 meses, así como la cantidad y calidad del mismo.
Para empezar, la trama se desarrolla de forma paralela al ataque de «El Testigo» quien llegó con toda su armada de naves piramidales para apropiarse de «El Velo». Como ya sabemos, nuestro Guardián y el veterano Osiris fueron a Neptuno, específicamente a la ciudad de Neomuna, para encontrar una manera de alcanzar el Velo primero y evitar que el enemigo consiga una decisiva ventaja sobre las fuerzas de la Vanguardia y sus aliados. Pero mientras estos eventos se desarrollaban a años luz de «La Torre», las fuerzas rivales atacaban aquella base raptando una gran cantidad de gente inocente sin un motivo aparente. Esto obliga al Guardián a moverse de un planeta a otro para ayudar en la guerra por dos lados: Recuperar el Velo (en la campaña de Lightfall) y salvar a los raptados en las actividades de la temporada que fueron estrenadas de a pocos durante los primeros 3 meses.
Si bien la historia inició de forma interesante, con el rapto inicial de Amanda Holiday y la tragedia de su muerte; rápidamente el argumento perdió su peso sin sentirse memorable y por momentos hasta parecía no tener claro que quería contar. Por un lado tenemos una narrativa trágica donde nuestros héroes sufren la pérdida de un aliado que nos ha acompañado desde el inicio de Destiny 1 y su caída impulsa a otros como Crow y Mithrax a un rol más agresivo y proactivo; pero por otro tenemos un villano sin motivación clara para sus acciones y un desarrollo sumamente lento que no se benefició para nada de las repetitivas misiones y la intriga sin resolución.
Debo decir que luego de lo ocurrido con Holiday, y tras dos semanas sin explicación para los raptos ni consecuencias a la sorpresiva muerte, perdi interés en el aspecto narrativo de la Temporada de la Resistencia. A pesar de ello, me mantuve jugando mi obligatoria misión semanal con la esperanza de algún tipo de progreso; pero mis esfuerzos solo fueron premiados al final con una agradable misión de cierre llena de acción, pero que difícilmente compensó el deficiente relleno presentado por meses, en especial si lo comparamos con lo jugado a fines del año pasado.
No obstante, los jugadores de Destiny 2 sabemos que el verdadero contenido de una temporada no es su trama, sino las nuevas actividades. En ese sentido, la situación es un poco mejor; pero tampoco es algo muy destacable que digamos.
Para empezar, se estrenó una nueva versión de los ya conocidos «Campos de Batalla» (Battlegrounds) llamada «Campo de Batalla Desafiante». Los Campos de Batalla son un tipo de misión cooperativa que ya se ha visto en temporadas pasadas, cada una con una temática diferente y algún tipo de variante en su jugabilidad. En esta ocasión, el objetivo es derrotar armadas Cabal de la Legión de las Sombras para acercanos lo más posible a una brecha entre el mundo regular y el Plano Ascendente. Una vez allí la Reina Awoken, Mara Sov, usa sus poderes para transportarnos al terreno de los Poseidos (Taken) para usarlo como un atajo hacia alguna de las naves pirámide de El Testigo. Ya dentro de la nave, el objetivo es simple: Derrotar al jefe de turno y rescatar a los humanos capturados. En cierta manera, es una suerte de «Strike» dividido en fases que se repiten en cualquiera de los escenarios donde se desarrolla.
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Los jefes al final de cada Campo de Batalla Desafiante son muy simples en sus patrones de ataque, pero cuentan con una mecánica especial compartida por todos. Sus combates siempre se desarrollan en una gran sala llena de Cabal y Poseidos, así como de una niebla que rápidamente daña a nuestros personajes. La única forma de evitar esta última amenaza es generar campos de fuerza eliminando enemigos especiales para recoger sus esencias y colocarlas en puntos específicos. Pero así como esto nos da nuestra propia burbuja defensiva, el jefe también cuenta con una propia y hay que romperla usando la misma esencia en forma de proyectiles como una gran granada esférica. Es un flujo simple y más que típico para lo que nos tiene acostumbrado Destiny 2.
Como dije en su momento en mi review inicial de Destiny 2: Eclipse, esta actividad no se siente como nada especial. Desafortunadamente, no es la primera vez que vemos una temporada sufrir con este problema al obligarnos a pelear en misiones casi idénticas semanalmente. También es cierto que es una nueva fuente de «loot» y que hasta puedes terminarla 3 veces a la semana para sacarle el máximo provecho; pero salvo que en verdad necesites completar todo todos los días, no es lo bastante divertida o variada como para ser una prioridad. Como ya dije, es poco más que un «Strike» y su mejor logro es hacer ver mejor a las contadas misiones de historia que aparecían en semanas específicas.
Hasta ahora, parecería que la Temporada de la Resistencia es totalmente olvidable; pero tampoco puedo negar que hubieron algunos momentos muy especiales representados por dos actividades muy llamativas: La nueva Raid «Origen de las Pesadillas» y la misión exótica //NODE.OVRD.AVALON// o simplemente «Avalon».
En primer lugar «Origen de las Pesadillas» es la primera incursión de 6 personas que llega a nuestras manos con Destiny 2: Eclipse. En esta ocasión nos dirigimos junto a nuestro equipo de 6 personas a una de las naves piramidales que contiene al poderoso Nezarec, el primer Tormentor (el único nuevo enemigo regular de la expansión) y un viejo discípulo del temible Testigo. Este oponente ha sido mencionado algunas veces en previas misiones de historia y pudimos escucharlo en contados diálogos durante la campaña de Eclipse. Sin embargo, tal como ocurre en cualquier Incursión que se respete, para llegar al gran duelo con él antes hay que superar unas cuantas fases con sus propios puzzles, retos y enemigos.
Empezamos en una zona abierta de la nave con unos pocos guerreros Cabal presentes pero luego de encontrar la zona de la primera prueba, se convierte en una misión un poco más lineal. La mecánica central de esta actividad se basa en el intercambio de Cargas y Favores de Luz y Oscuridad diseñados para activar ciertos artefactos y protegernos de ataques ineludibles, ya sea de jefes o del escenario mismo. Si bien la coordinación necesaria no es muy grande en las primeras etapas, la tercera prueba basada en intercambio de cargas debajo de una especie de maqueta del Sistema Solar exige una muy buena comunicación entre los miembros de tu equipo y la batalla final con Nezarec requerirá que todos estén muy atentos a las docenas de enemigos en el campo, pues cada jugador tiene un rol importante y fallar al cumplirlo puede costarle la partida a todos.
Si bien esta no es la mejor Incursión que he visto, tampoco la considero mala. A decir verdad creo que Origen de las Pesadillas cuenta con un muy buen balance entre zonas de combate y plataformas, con varias zonas de saltos y terreno irregular para romper la potencial monotonía de las peleas de disparos. Además, cuenta con algunos de los ambientes más hermosos vistos en Destiny 2, gracias a las extrañas formaciones naturales similares a gigantescos corales creados por las acciones del «Viajero». Con esto dicho, también considero que es una de las incursiones más cortas si la comparamos con otras como Furia de las Máquinas, Último Deseo o las resucitadas Bóveda de Cristal y Caída del Rey. Si a esto le sumamos que los «puzzles» no son exactamente complicados, tenemos una aventura que desde tu segundo intento en adelante, puedes terminar en menos de un par de horas con un equipo experimentado para convertirla en una tarea más de la lista sin mayor problema ni sacrificio de tiempo.
En segundo lugar tenemos a la mencionada misión exócitca «Avalon» que sirve como un gran recordatorio de que los diseñadores de niveles de Bungie pueden hacer escenarios y misiones realmente impresionantes y atrapantes cuando se lo proponen. Para empezar, esta misión se reveló como un secreto que la misma comunidad tuvo que descubrir viajando a la EDZ y completando un pequeño minijuego. Una vez desbloqueada, Avalon te lleva al interior de una construcción virtual Vex llena de plataformas, rutas engañosas y combates bastante retadores donde oleadas de Vex de todos los tipos y tamaños tratan de hacerte polvo mientras buscas las contraseñas necesarias para activar unos extraños artefactos con símbolos geométricos. Al derrotar al jefe final, el premio es una nueva Guja (Glaive) exótica apropiadamente llamada «Vexcalibur» con un gran diseño, la habilidad de subir de nivel y una interesante capacidad de generar escudos de tipo Vacío.
Si eso fuera todo, ésta ya sería uno de los mejores agregados de la Temporada de la Resistencia; pero como toda buena Misión Exótica, Avalon esconde una generosa cantidad de secretos. Por ejemplo, marca el regreso de uno de los NPC más recordados de inicios del juego con la aparición de Asher Mir como una nueva entidad digital que flota dentro de los servidores Vex en su interminable búsqueda de conocimiento sobre la raza mecánica. Pero además, el buen Asher también escondió varios cofres que una vez abiertos activan la posibilidad de obtener los Catalizadores de la nueva Vexcalibur. Obviamente, a estas alturas es muy fácil buscar una guía y saber exactamente que hacer para conseguir todos estos beneficios; pero debo decir que en su estreno, estas sorpresas fueron muy interesantes.
Y ya que hablo de la nueva arma exótica, vale la pena mencionar las recompensas del siempre obligatorio «Pase de Temporada». Una vez más tenemos una colección de Ornamentos y consumibles para empujarte a regresar constántemente a completar tus actividades rituales. Desafortunadamente, a menos que en verdad te encante el nuevo look de las armaduras de la Temporada de la Resistencia, no hay mucho más en este Pase que valga la pena aparte de el arco Verglas Curve, que también puedes conseguir de forma gratuita. Nuevamente, las recompensas más llamativas como Emotes o animaciones de Finishers están relegadas a la tienda de Eververse usando «Silver», la moneda que solo puedes conseguir con dinero real, o «Dust» que puedes conseguir jugando gratis pero que no te dará acceso a toda la lista de productos.
Por cierto, antes de cerrar este análisis es importante mencionar que un cierto evento regresó para su tercera edición justo al final de la Temporada de la Resistencia: Los Juegos de los Guardianes. Esta competencia al estilo «Juegos Olímpicos» pone a Cazadores, Titanes y Hechiceros en una carrera por demostrar cual es la mejor clase cumpliendo misiones de estilo PVE o incluso luchando en el Crisol PVP. Lamentablemente, más allá de un par de armas, un «Class Item» y un skin para tu Ghost; las cosas más llamativas de este evento como los finishers, emotes e incluso la armadura exclusiva, estaban todos detrás de bloqueos de pago. Es una pena que esto haya sido así, pues creo que le quitó toda la gracia a la competencia para quienes no suelen invertir más dinero en comprar contenido estético y prefieren ganar sus premios solo jugando.
En conclusión, Destiny 2: Eclipse – Temporada de la Resistencia es un primer paso inestable y casi tambaleante para lo que se espera de un nuevo año del popular looter-shooter. La trama raras veces es un aspecto fuerte en las temporadas y si bien hay excepciones, la más reciente continua con la tendencia de solo contentarse con repetir una y otra vez la misma actividad semanal lanzando unas pocas misiones de historia y aun menos cinemáticas para reforzarlas. Sí, es cierto que hubo una gran pérdida al inicio de la campaña; pero desafortunadamente no siento que se haya aprovechado de manera correcta, al menos aun no.
Eso sí, estoy cien por ciento seguro que los fans más acérrimos devoraremos el contenido como siempre lo hemos hecho y si tienes amigos aun jugado el título, tendrás excelentes excusas para juntarte con ellos; pero habiendo dejado esto en claro, tampoco siento que sea suficiente para celebrarla una buena etapa en la vida de Destiny 2. Lo presentado es realmente predecible y luego de casi 4 años desde que se estreno el sistema de temporadas creo que ya se siente muy limitado y la forma de presentarlo poco a poco, en lugar de verse como un constante flujo de novedades, se siente como un intento de retener a la audiencia dándole solo lo mínimo para que no abandonen el juego y más bien incentiva a los más conservadores a esperar las ofertas de fin de año y jugar solo lo más importante de golpe.
Por suerte, a pesar de todo lo negativo, elementos como la nueva misión exótica Avalon y la nueva incursión Origen de las Pesadillas dejan ver lo bueno que puede llegar a ser Destiny 2 cuando se le da una oportunidad de brillar dejando de lado las repetitivas actividades diarias o semanales y presentando algo fresco, complejo y satisfactorio. Con el regreso de la luna de Titan y la llegada de un nuevo Calabozo en la próxima Temporada de lo Profundo que inicia mañana 23 de mayo, tengo la esperanza (una vez más) de que sea realmente memorable; pero por ahora, Destiny 2: Eclipse/Lightfall tiene mucho que hacer para realmente alcanzar su gran potencial.
Esta reseña fue escrita luego de jugar una copia digital de Destiny 2: Lightfall brindada por Bungie para PlayStation 5. El juego está disponible en Xbox One, Xbox Series X|S, PlayStation 4, PlayStation 5 y PC.
Para leer la review inicial de la expansión y el inicio de la primera temporada, sigue el siguiente enlace:
RELACIONADO: LEE EL REVIEW INICIAL DE DESTINY 2: LIGHTFALL
PUNTOS BUENOS
La incursión Origen de las Pesadillas y la misión exótica Avalon son realmente resaltantes. El arma exótica Vexcalibur es muy divertida en PvE.PUNTOS MALOS
La historia inicia bien, pero su segundo y tercer acto tan vacíos dan como resultado una poco memorable e inconclusa aventura. Las típicas y monótonas misiones rutinarias de cada día y semana siguen siendo lo más abundante y menos interesante de Destiny 2.CONCLUSIÓN
La excelente misión exótica Avalon y la nueva incursión Origen de las Pesadillas son sin duda lo más resaltante de esta temporada demostrando el gran potencial que tiene Destiny 2 para alcanzar altos niveles de diversión e interés cuando se aleja de las típicas y repetitivas misiones diarias y semanales que forman la base de su experiencia como servicio. Sin embargo esta pequeña cantidad de fresco contenido no es suficiente para reflotar por completo el deficiente inicio que tuvo Destiny 2: Lightfall.