Solo tres meses después de que Bungie lanzara la que quizá sea su expansión más controvertida y posiblemente decepcionante para Destiny 2, The Edge of Fate, la empresa ha publicado un comunicado en el que reconoce que ha llevado al título, con casi una década de vida, por el «camino equivocado».
En una actualización del calendario de contenidos compartida en la página web oficial de Bungie, un subtítulo titulado «Dónde hemos estado y hacia dónde vamos» reconoce los errores que han llevado a Destiny 2 por el camino que está siguiendo actualmente.
Con Edge of Fate, presentamos una visión diferente para el futuro del juego principal de Destiny 2. Una visión destinada a reorientar nuestros lanzamientos y la llamada a la acción de los jugadores hacia una búsqueda familiar, pero más profunda, del poder y el ascenso a niveles superiores de equipamiento a través de una gama más amplia de actividades que apoyan desafíos personalizables y recompensas proporcionales.
Incluso si nuestra ejecución hubiera sido perfecta, y vemos claramente que no lo fue, está claro que acumular poder nunca sustituirá a ganar un trofeo. Subir niveles desechables en el camino hacia el equipo que quieres construir no es algo a lo que aspirar. Y el portal en sí mismo renuncia en exceso a la sensación de lugar y exploración de Destiny. Nuestro equipo ha tomado muy en serio estas lecciones, y muchas otras, durante los últimos tres meses.
Desde la versión 9.0.0 hasta la 9.1.5, nuestro enfoque en todo el equipo ha sido responder a los comentarios de los jugadores, comenzando por los cambios más rápidos y pasando a los más difíciles. Nos hemos centrado en recompensas más rápidas y mejores, en dar más libertad a los jugadores a la hora de elegir actividades y en eliminar las barreras para jugar con amigos.
Al final de las notas de la actualización, el equipo afirma que Destiny, como franquicia, «siempre ha sido un mundo vivo y reactivo», con éxitos y fracasos. Solo que esta vez, el fracaso fue mucho mayor, hasta tal punto que el equipo tuvo que reconocer que, de hecho, se había equivocado.
Cuando Edge of Fate se lanzó en julio, además de cambiar radicalmente todo lo relacionado con Destiny 2, la expansión también renovó a los actores de doblaje del juego, lo que añadió más conflicto a lo que ya era algo muy divisivo.
Probablemente esto se debió a la huelga de SAG-AFTRA, que afectó a la capacidad de grabar con los actores originales, pero acabó creando una situación con personajes desajustados o, en algunos casos, completamente silenciosos.
En octubre, Destiny 2 alcanzó un mínimo histórico en el número de jugadores simultáneos, cayendo hasta menos de 3000 jugadores, algo que el juego no había visto nunca. Por si fuera poco, se informó además de que Sony, que adquirió Bungie, no está muy satisfecha con la cantidad de dinero que está recuperando de su inversión, concretamente con lo que ha generado Destiny 2, lo que ejerce aún más presión sobre Marathon para que sea un éxito.
En otras palabras, la disculpa es solo la última de una serie de contratiempos.





