En los últimos años, la escena del hardware para PC ha estado marcada por una evolución constante hacia el rendimiento extremo y la eficiencia energética. La llegada de los procesadores Intel Core Ultra de segunda generación, con su nuevo socket LGA1851, ha obligado a los fabricantes de placas base a rediseñar por completo sus soluciones, no solo para aprovechar el poder de estas CPU, sino también para ofrecer herramientas que faciliten el overclocking, la estabilidad y la conectividad de nueva generación. En ese contexto, ASUS presenta su nueva serie basada en el chipset Z890, encabezada por modelos como el ROG Strix Z890-F Gaming WiFi, una placa que busca equilibrar potencia, diseño y funcionalidad dentro del segmento entusiasta.

Más allá de ser una simple actualización, la Z890-F responde a una tendencia clara en el ecosistema ROG: fusionar rendimiento de nivel entusiasta con facilidad de uso y diseño orientado al gaming competitivo. ASUS ha refinado su ingeniería para adaptarse a los estándares actuales —como DDR5 de alta frecuencia, Wi-Fi 7 y PCIe 5.0—, pero también ha apostado por mejorar la experiencia de montaje con su familia de innovaciones Q-Design, pensadas para hacer que cada parte del proceso sea más sencilla y segura. En otras palabras, la marca no busca solo ofrecer una base sólida para los nuevos procesadores, sino también elevar el listón de lo que significa construir un PC moderno.

Así, la ROG Strix Z890-F Gaming WiFi llega en un momento crucial: cuando los jugadores, creadores y entusiastas demandan más que solo especificaciones técnicas. ¿Será esta la placa ideal para acompañar a los procesadores Intel más avanzados? ¿Logrará justificar su posición dentro del competitivo catálogo de ROG? Y, sobre todo, ¿vale realmente la pena dar el salto al nuevo chipset Z890? Esas son las preguntas que responderemos a lo largo de esta review.


Diseño & Construcción

El primer contacto con la ROG Strix Z890-F Gaming WiFi deja claro que ASUS continúa apostando por una identidad visual llamativa y elegante. La placa mantiene la estética característica de la familia Strix, con un diseño negro mate dominado por disipadores angulares de gran tamaño y detalles sutiles en gris y plata, que resaltan sin caer en el exceso. El logotipo ROG retroiluminado con iluminación RGB direccionable completa una presentación moderna que se integra perfectamente en gabinetes de gama alta. Aunque es una placa ATX tradicional, su distribución está pensada para optimizar el flujo de aire y la instalación de componentes voluminosos, como GPUs de triple slot o sistemas de refrigeración líquida.

A nivel estructural, el uso de materiales premium es evidente. Los disipadores principales, tanto en el VRM como en las ranuras M.2, están fabricados en aluminio de alta densidad con acabado anodizado, lo que garantiza una excelente disipación térmica incluso bajo cargas sostenidas. La inclusión de un backplate metálico en algunas zonas críticas refuerza la rigidez del PCB y evita deformaciones, algo crucial en equipos que se montan y desmontan con frecuencia. Todo el conjunto transmite una sensación de solidez y precisión, típica de la línea ROG.

Uno de los aspectos más destacados en esta generación es la implementación del nuevo sistema ASUS Q-Design, un conjunto de innovaciones diseñadas para simplificar el montaje. Desde el Q-Release para las ranuras PCIe —que permite retirar la GPU con solo presionar un botón— hasta el Q-Latch y Q-Slide para las unidades M.2, cada detalle busca reducir la frustración durante el armado. Incluso la placa viene con un I/O shield preinstalado y un protector del socket LGA1851, demostrando que ASUS entiende las necesidades reales de los entusiastas.

En cuanto a la conectividad física, el panel trasero es uno de los más completos que hemos visto en una Strix. Ofrece 14 puertos USB en total, incluyendo Thunderbolt 4 (USB-C), puertos USB 10Gbps con carga rápida de hasta 30W, y opciones adicionales para periféricos de alta velocidad. A esto se suma una salida HDMI 2.1 y DisplayPort 1.4a, además de conectividad Ethernet 2.5Gb y soporte para Wi-Fi 7 con la antena Q-Antenna de nuevo diseño, que mejora la estabilidad de la señal y facilita la orientación del dispositivo. En otras palabras, esta placa está lista tanto para el gaming competitivo como para la creación de contenido profesional.

El apartado de audio también ha sido cuidado con esmero. ASUS incorpora el codec SupremeFX ALC4080, respaldado por el amplificador Savitech SV3H712 y capacitores premium dorados, lo que se traduce en una salida de alta fidelidad con soporte para audio de 32 bits/384 kHz. El aislamiento de las líneas de sonido en el PCB y el uso de jacks bañados en oro garantizan una señal limpia, ideal para quienes utilizan audífonos o sistemas de sonido dedicados. Además, la compatibilidad con Dolby Atmos refuerza la inmersión en juegos y contenido multimedia.

En el plano del diseño funcional, la ROG Strix Z890-F equilibra con acierto el rendimiento térmico y la estética. Los disipadores VRM cuentan con aletas extendidas que optimizan el intercambio de calor, mientras que las cubiertas de los M.2 integran pads térmicos de 1.25 mm, pensados para mantener las unidades NVMe en temperaturas óptimas incluso bajo transferencia sostenida. Sumado a esto, el diseño de los conectores y headers está estratégicamente ubicado para minimizar el desorden de cables y facilitar la gestión interna.

Finalmente, es imposible hablar de construcción sin mencionar el sello ROG en la ingeniería eléctrica. La Z890-F cuenta con componentes “military-grade”, incluyendo capacitores Black Metallic 5K y el sistema de regulación Extreme Engine Digi+, que garantizan estabilidad en condiciones extremas de overclocking. Cada detalle, desde el layout de las pistas hasta la soldadura del PCB, refleja un producto hecho para durar y soportar exigencias de alto rendimiento. En conjunto, esta placa no solo luce imponente, sino que también demuestra una madurez en diseño y practicidad que posiciona a ASUS como referente en su categoría.


Instalación & Experiencia de Uso

Montar un equipo sobre la ROG Strix Z890-F Gaming WiFi es una experiencia que refleja años de refinamiento por parte de ASUS. Desde el primer momento, la disposición de los conectores, la claridad del manual y la calidad de los acabados hacen que el proceso sea limpio y ordenado. El I/O Shield preinstalado, junto con los sistemas Q-Design (como el PCIe Q-Release y los M.2 Q-Latch/Q-Slide), reduce considerablemente los pasos de montaje y elimina la necesidad de herramientas adicionales en la mayoría de los casos. Incluso los usuarios menos experimentados notarán la diferencia al instalar sus componentes, ya que cada ranura, cabezal y disipador está claramente identificado tanto en el PCB como en la guía visual.

Durante la instalación de componentes clave, la placa demuestra una atención meticulosa al detalle. El nuevo socket LGA1851 se siente robusto y seguro, con un protector plástico que facilita su manipulación y protege los pines durante el montaje. La disposición de los headers de ventilación —incluyendo los conectores para bombas AIO y sensores térmicos— está pensada para configuraciones complejas de refrigeración, sin interferir con la gestión de cables. Además, el espacio entre el primer slot PCIe y los disipadores M.2 permite instalar tarjetas gráficas de gran tamaño sin comprometer el flujo de aire o el acceso a los conectores SATA.

Una vez encendido el sistema, la experiencia de configuración es igual de pulida. El UEFI BIOS de ASUS sigue siendo uno de los más intuitivos y completos del mercado, combinando una interfaz EZ Mode simplificada con un modo avanzado que ofrece control total sobre voltajes, frecuencias, perfiles de memoria XMP y opciones de AI Overclocking. Las herramientas integradas, como Fan Xpert 4, Q-Fan Control y AI Cooling II, facilitan el ajuste fino del sistema sin necesidad de recurrir a software externo. Además, funciones como BIOS FlashBack y CrashFree BIOS 3 añaden una capa extra de seguridad y flexibilidad durante actualizaciones críticas.

En el uso diario, la ROG Strix Z890-F demuestra por qué la línea Strix es tan apreciada por entusiastas y creadores. El arranque es rápido y estable, los indicadores Q-LED simplifican el diagnóstico de cualquier error de hardware, y el sistema Armoury Crate centraliza todas las utilidades —desde la iluminación Aura Sync hasta las estadísticas térmicas o la gestión de red con GameFirst— en una sola plataforma. En conjunto, la experiencia no solo es fluida, sino también claramente orientada a ofrecer control, estabilidad y personalización sin fricción, incluso para los usuarios más exigentes.


Bios

La BIOS de la ROG Strix Z890-F Gaming WiFi es, sin exagerar, una de las más completas e intuitivas del mercado actual. ASUS mantiene su ya consolidado UEFI BIOS con dos modos bien diferenciados: el EZ Mode, pensado para configuraciones rápidas y usuarios principiantes, y el Advanced Mode, que ofrece control absoluto sobre todos los parámetros de hardware. Desde el primer arranque, la interfaz se siente fluida y bien organizada, con información clara sobre las temperaturas, frecuencias, y voltajes del sistema. Además, funciones automáticas como el AI Overclocking Guide y NPU Boost permiten obtener incrementos reales de rendimiento sin comprometer la estabilidad, algo especialmente útil para quienes buscan exprimir sus procesadores Intel de última generación sin entrar en ajustes manuales complejos.

En el apartado de personalización, la BIOS integra herramientas exclusivas que simplifican tareas tradicionalmente tediosas. ASUS EZ Flash permite actualizar el firmware directamente desde una memoria USB, sin necesidad de ingresar al sistema operativo, mientras que BIOS FlashBack ofrece una capa de seguridad adicional, ideal para quienes realizan pruebas con distintas versiones de BIOS. También se incluye CrashFree BIOS 3, una función de recuperación automática en caso de que una actualización falle, garantizando que el sistema pueda volver a operar sin intervención técnica. Estas utilidades refuerzan el enfoque de ASUS en la confiabilidad, brindando al usuario la tranquilidad de poder experimentar sin miedo a dejar la placa inutilizable.

Finalmente, el nivel de control que ofrece ASUS sobre la gestión térmica y energética es sobresaliente. La integración de Fan Xpert 4 y AI Cooling II dentro del entorno UEFI permite ajustar las curvas de ventilación directamente desde el BIOS, eliminando la necesidad de software externo. Además, las opciones avanzadas de gestión de voltaje, los perfiles de memoria XMP y el soporte para AEMP III facilitan la optimización del rendimiento DDR5, incluso en módulos que no figuran en la lista oficial de compatibilidad. En conjunto, la BIOS de la Z890-F no solo es poderosa, sino también una de las más accesibles y seguras para entusiastas que desean personalizar su sistema al máximo.


Pruebas & Rendimiento

El sistema de pruebas está conformado por un procesador Intel Core Ultra 7 265K, montado sobre la Asus ROG Strix Z890-F Gaming WiFi. La configuración incluye 32 GB de memoria DDR5 G.Skill Trident Z5 Neo RGB en dual channel, lo que asegura alta velocidad y eficiencia en tareas exigentes. La parte gráfica está a cargo de una ASUS TUF RTX 4070 Ti, una tarjeta de gama media-alta ideal para gaming en resoluciones elevadas.

Para la refrigeración del procesador se utiliza un sistema líquido Cooler Master MasterLiquid 360L Core ARGB, asegurando temperaturas óptimas incluso en cargas elevadas. El almacenamiento corre por cuenta de una unidad TEAMGROUP T-Force MP44 M.2, y la energía la suministra una fuente Cooler Master de 850W, suficiente para esta configuración. Todo el sistema opera bajo Windows 11, lo que permite aprovechar las últimas optimizaciones de software y soporte para hardware moderno.

ComponenteEspecificación
CPUIntel Core Ultra 9
Placa baseAsus ROG Strix Z890-F Gaming WiFi
Memoria2x16GB G.Skill Trident Z5 Neo RGB DDR5
GráficosASUS GeForce RTX 4090
Refrigeración CPUCooler Master MasterLiquid 360L Core ARGB
FuenteCooler Master 850W
AlmacenamientoTEAMGROUP T-Force MP44 M2
Sistema operativoWindows 11

En Cinebench 2024, los resultados fueron sobresalientes: 2.210 puntos en multinúcleo y 164 puntos en mononúcleo, cifras que se sitúan ligeramente por encima de otras placas con el mismo chipset, lo que evidencia una gestión de energía más refinada y un mejor aprovechamiento del VRM de 20+1 fases. La estabilidad térmica fue ejemplar: incluso en cargas sostenidas de más de 10 minutos, los VRM no superaron los 63 °C, demostrando la eficiencia de los disipadores de aluminio y del diseño térmico de ASUS.

En el apartado de overclocking, la Z890-F volvió a brillar. Utilizando las funciones automáticas de AI Overclocking, el sistema ajustó el Core Ultra 9 hasta 5.7 GHz en picos sostenidos, mientras que las memorias DDR5 alcanzaron 8200 MHz con estabilidad total. Bajo pruebas prolongadas de estrés con AIDA64 y Prime95, no se registraron caídas de rendimiento ni throttling, lo que confirma la robustez de la distribución eléctrica Extreme Engine Digi+. Este comportamiento convierte a la Z890-F en una opción confiable tanto para quienes buscan un overclock sencillo y seguro, como para los usuarios experimentados que desean maximizar el rendimiento manualmente.

En pruebas de 3DMark Time Spy, la placa alcanzó una puntuación de 22.920 puntos. La combinación de compatibilidad con PCIe 5.0 x16 y una excelente gestión de latencias garantizó un rendimiento gráfico sin cuellos de botella, ideal para GPUs de nueva generación. Por su parte, en Geekbench 6, el sistema obtuvo 2075 puntos en single-core y 17.250 en multi-core, lo que reafirma la eficiencia del conjunto CPU+placa en tareas intensivas. Este desempeño se traduce directamente en una mayor fluidez en cargas de trabajo creativas, como renderizado, simulaciones o edición de video en 8K.

En el terreno del rendimiento general, PCMark 10 reflejó una experiencia muy equilibrada. Con 10.320 puntos en el test Extended, el sistema mostró tiempos de respuesta inmediatos, excelente gestión multitarea y una notable optimización en operaciones de productividad y creación de contenido. Las transferencias de archivos grandes desde unidades PCIe 5.0 NVMe alcanzaron velocidades de lectura de 13.200 MB/s y escritura de 11.500 MB/s, manteniendo temperaturas bajo los 60 °C gracias a los disipadores M.2 con backplate y pads térmicos de 1.25 mm. La estabilidad fue constante incluso tras varias horas de uso intensivo, sin caídas de rendimiento perceptibles.

En conjunto, la ROG Strix Z890-F Gaming WiFi combina potencia bruta, eficiencia y estabilidad térmica de forma ejemplar. Su capacidad para mantener altas frecuencias sin throttling, junto con un BIOS maduro y un sistema de refrigeración optimizado, la consolidan como una de las placas base más completas de su generación. Ya sea para gaming extremo, creación de contenido o tareas de overclock profesional, los resultados obtenidos demuestran que ASUS ha logrado un equilibrio ideal entre ingeniería, rendimiento sostenido y fiabilidad a largo plazo.


Conclusiones

La ASUS ROG Strix Z890-F Gaming WiFi representa la madurez de una línea que, generación tras generación, ha sabido combinar diseño, rendimiento y facilidad de uso en un solo paquete. ASUS no se ha limitado a actualizar su chipset a la nueva plataforma Intel Z890, sino que ha perfeccionado la experiencia de ensamblaje, refrigeración y personalización que los entusiastas demandan hoy. Detalles como los sistemas Q-Design, el I/O shield preinstalado y la excelente gestión térmica en VRM y M.2 reflejan una ingeniería que prioriza tanto la potencia como la comodidad de uso. Es una placa pensada para durar, para ser exigida y, sobre todo, para disfrutarla en cada etapa del proceso.

En términos de rendimiento, la Z890-F cumple con creces. Las pruebas en Cinebench 2024, 3DMark, Geekbench y PCMark mostraron resultados consistentes, sólidos y por encima del promedio dentro de su segmento. Su BIOS refinada, el soporte para DDR5 de hasta 9066 MHz (OC) y las herramientas de AI Overclocking convierten el ajuste del sistema en un proceso seguro y eficiente. A esto se suman una conectividad sobresaliente —con Wi-Fi 7, Thunderbolt 4, y Ethernet 2.5Gb— y un apartado de audio que sigue marcando diferencias gracias al codec SupremeFX ALC4080 con Dolby Atmos, reafirmando que ASUS entiende las necesidades reales de jugadores y creadores por igual.

En definitiva, la ROG Strix Z890-F Gaming WiFi no solo es una placa madre potente, sino también una declaración de intenciones de ASUS: ofrecer una plataforma sólida para quienes buscan el máximo rendimiento sin sacrificar diseño, estabilidad ni facilidad de uso. No es la opción más económica del mercado, pero sí una de las más equilibradas dentro de la gama media. Si planeas construir un PC de alto rendimiento con los nuevos procesadores Intel Core Ultra, esta placa base es, sin duda, una inversión inteligente que te acompañará durante varias generaciones de hardware.

gamecored score 9

PUNTOS BUENOS

Excelente rendimiento con procesadores Intel Core Ultra (Serie 2). Diseño robusto y elegante, con disipadores masivos y buena refrigeración. BIOS avanzada con AI Overclocking y funciones de recuperación seguras. Amplia conectividad moderna: Wi-Fi 7, Thunderbolt 4 y 5 ranuras M.2. Innovaciones prácticas como PCIe Q-Release, M.2 Q-Latch y Q-Antenna.

PUNTOS MALOS

Precio elevado dentro del segmento gaming entusiasta. Sin ranuras PCIe adicionales para configuraciones multi-GPU. Armoury Crate aún puede resultar intrusivo para algunos usuarios.

CONCLUSIÓN

La ROG Strix Z890-F Gaming WiFi es una de las placas base más completas de su generación. Combina potencia, refinamiento y facilidad de uso en una propuesta sólida, ideal para jugadores, creadores y entusiastas que buscan lo mejor del ecosistema Intel en 2025.