Construir un setup blanco siempre ha tenido algo de especial. No solo se trata de rendimiento, sino de estética, personalidad y ese toque premium que eleva cualquier escritorio gamer o de trabajo creativo. Quien apuesta por el blanco busca armonía visual, iluminación ARGB limpia y una configuración que destaque con elegancia, sin caer en excesos. Es un estilo que, bien ejecutado, transmite orden, vanguardia y una atención al detalle casi obsesiva.

Y en ese universo entra la Asus ROG STRIX LC III 360 ARGB White, un cooler creado no solo para mantener tu CPU bajo control, sino también para convertirse en una pieza protagónica del setup. Esto no es un producto pensado únicamente para quien busca lo estrictamente necesario; es para quien está dispuesto a invertir en estética y presencia, en complementar su build con algo que luzca tanto como rinde. Es, básicamente, un capricho —pero un capricho con excelente justificación visual y de marca.

De hecho, sus características principales son muy similares a las que ya vimos en nuestra review del ROG Strix LC III 360 ARGB LCD. La diferencia aquí no radica tanto en números o capacidades, sino en el diseño y pequeños detalles propios de esta edición White, que apuntan a un público claro: entusiastas que no solo quieren enfriar su procesador, sino completar un ecosistema blanco impecable y coherente. Porque si vas a ir full white, hay que hacerlo bien.


Diseño y Construcción

La edición blanca del ROG STRIX LC III 360 ARGB se distingue por adoptar una paleta cromática que va más allá del simple “versión alternativa”. El cuerpo del radiador, la bomba, los ventiladores y las conexiones presentan acabados claros bien integrados con detalles de blanco, lo que permite que el cooler se convierta en pieza central de un setup de estética limpia y minimalista. La bomba integra un logotipo ROG rotativo y superficies pulidas que reflejan iluminación ARGB de forma elegante. Debo decir que, en términos de construcción, el acabado blanco tiende a requerir materiales con mayor control de tono y tratamiento visual, y eso se siente aquí: el cooler transmite solidez.

El bloque de CPU incorpora una notable característica de ingeniería: un diseño que permite rotación de 360°, lo que facilita orientar el logotipo o la dirección de las tuberías para que encaje con la distribución de tu placa base o caja. También se integra la bomba Asetek Gen7 V2 con una placa fría mejorada, lo que refuerza la idea de que esta versión no es únicamente estética sino que mantiene la ingeniería de alta gama. En cuanto al acabado, las mangueras están revestidas y el bloque presenta superficies lisas, lo cual facilita la instalación estética y mantiene el estilo blanco sin interrupciones visuales por cables o tubos poco integrados. Esto también ayuda cuando el usuario ha invertido en un tema “total white”, ya que el cooler no distrae sino que complementa.

El radiador de 360 mm mantiene proporciones clásicas para AIO de gama alta, con dimensiones listadas en 394 × 121 × 27 mm. Las aletas, el chasis y las conexiones siguen el estilo ROG de alta calidad, lo que se traduce en un componente que no solo luce bien sino que transmite robustez. Los ventiladores ARGB incluídos (modelo ROG STRIX AF-12S) cuentan con detalles como cojinetes de presión, buen flujo de aire, y soporte para modo 0 RPM para maximizar silencio cuando la carga es baja. En blanco, estos ventiladores ayudan a mantener la coherencia estética: el marco, las palas y el hub complementan el tema blanco, lo que es una ventaja visual para setups con paneles transparentes o cajas monocromáticas.

El acabado blanco se combina a su vez con los detalles oscuros de la marca (logotipo, pin-striping, letras) para ofrecer contraste y mantener legibilidad del branding, sin que se sienta “demasiado brillante” o saturado. Y esta podría ser mi única queja, ya que si bien entiendo la razón, mantener todo el sistema en blanco hubiera sido lo ideal para conservar esa estética completamente uniforme.


Instalación

La instalación del ROG STRIX LC III 360 ARGB White mantiene el estándar de facilidad que ASUS ha venido perfeccionando generación tras generación. Desde el primer momento, la experiencia se siente organizada y orientada al usuario: todo viene correctamente separado, en bolsas identificadas y con accesorios completos para plataformas actuales. No hay necesidad de improvisar ni buscar piezas adicionales; el kit llega listo para montar sin complicaciones, algo fundamental cuando estás trabajando en un setup premium donde cada detalle cuenta.

El montaje del bloque es bastante directo gracias a un sistema de anclaje sólido y estable, ideal incluso para gabinetes con poco espacio alrededor del socket. Aquí destaca nuevamente el diseño rotativo de la bomba, una característica que hace la diferencia: gracias a la rotación de 360°, puedes orientar el logo y las mangueras para lograr la mejor presentación posible. Esto no solo mejora la instalación, sino que refuerza la idea de que este cooler está pensado para quienes cuidan tanto la estética como la ingeniería de su build.

En cuanto al radiador de 360 mm, su instalación dependerá del espacio disponible en el gabinete, aunque lo más ideal es montarlo en la parte superior o frontal en cajas amplias. Los ventiladores se colocan sin esfuerzo y el cableado ARGB se integra bien al sistema, evitando enredos visuales o complicaciones. El detalle aquí está en lo visual: cables y manguitos en tono claro ayudan a mantener la coherencia con un setup blanco, minimizando la necesidad de ocultar elementos para que nada rompa la estética.

El manejo del cableado, tanto RGB como PWM, puede requerir unos minutos extra si buscas un acabado perfecto —y siendo sinceros, si estás montando este cooler, seguramente es el caso—, pero el resultado final lo vale. Con Aura Sync, el proceso de integración y gestión de iluminación se simplifica, permitiendo que todo el sistema se sincronice de manera limpia y profesional.


Iluminación y Estética ARGB

Si hay algo que realmente eleva la presencia de este cooler en un setup blanco, es su iluminación. La ROG STRIX LC III 360 ARGB White aprovecha su diseño claro para potenciar los efectos de luz, logrando un brillo más puro y definido que en modelos oscuros. Los ventiladores ARGB proyectan una iluminación uniforme y suave, que se dispersa elegantemente sobre el chasis blanco y crea un ambiente limpio, moderno y con un toque futurista. Aquí no se trata solo de mostrar RGB: se trata de lograr una estética premium que resalta cada línea del sistema.

El bloque con iluminación y el logotipo ROG iluminado continúan siendo protagonistas, y en esta edición se sienten aún más llamativos debido al contraste sutil entre superficies blancas y reflejos ARGB. La sincronización con Aura Sync permite integrar fácilmente el cooler con otros componentes ASUS y periféricos compatibles, logrando un ecosistema visual cohesivo y perfectamente coordinado. Por supuesto, la posibilidad de personalizar efectos y transiciones añade una capa extra de expresión para quienes buscan un setup totalmente único.

Lo mejor es que esta iluminación está pensada para complementar, no saturar. La luz se distribuye de manera equilibrada y refinada, evitando el exceso de brillo o el típico look “navideño”. En una build full white, este cooler no solo ilumina —embellece. Es el tipo de componente que convierte una PC en pieza de exhibición, permitiendo que cada efecto ARGB destaque como parte de un diseño pensado y pulido. En pocas palabras: si querías un cooler que combine estética de lujo y personalidad visual, este es exactamente ese tipo de producto.


Pruebas & Rendimiento

Para nuestro banco de pruebas con la Asus ROG STRIX LC III 360 ARGB White, estamos utilizando un equipo de alto rendimiento diseñado para exprimir al máximo tanto la refrigeración líquida como los componentes modernos. La plataforma se centra en un procesador AMD Ryzen 9 9900X, acompañado de la placa base Asus ROG Strix X670-E Gaming Wifi, lo que nos permite garantizar compatibilidad total con las últimas tecnologías y configuraciones avanzadas de overclocking. La memoria consiste en 32 GB de G.Skill Trident Z5 Neo RGB DDR5 en configuración dual channel, asegurando velocidades óptimas y estabilidad en tareas exigentes. En cuanto a gráficos, empleamos una ASUS TUF RTX 4070 Ti, capaz de manejar juegos y benchmarks de alta carga gráfica sin comprometer la estabilidad del sistema.

La refrigeración del CPU corre a cargo de la Asus ROG STRIX LC III 360 ARGB White, que será el foco principal de nuestras pruebas, acompañada por una fuente Cooler Master de 850 W, que garantiza energía suficiente y estable para todos los componentes. El almacenamiento se maneja mediante un TEAMGROUP T-Force MP44 M.2, ofreciendo rapidez en arranque y carga de aplicaciones. Todo el sistema funciona bajo Windows 11, lo que nos permite utilizar herramientas de monitoreo y benchmarks modernos de manera eficiente. Este conjunto nos proporciona un entorno ideal para evaluar el rendimiento y la eficiencia térmica de la Asus ROG STRIX LC III 360 ARGB White en condiciones de uso real y exigente.

ComponenteEspecificación
CPUAMD Ryzen 9 9900X
Placa baseAsus ROG Strix X670-E Gaming Wifi
Memoria2x16GB G.Skill Trident Z5 Neo RGB DDR5
GráficosASUS TUF RTX 4070 Ti
Refrigeración CPUAsus ROG STRIX LC III 360 ARGB White
FuenteCooler Master 850W
AlmacenamientoTEAMGROUP T-Force MP44 M2
Sistema operativoWindows 11

En el apartado de rendimiento térmico, la ROG STRIX LC III 360 ARGB White demuestra que no solo es un componente orientado a estética premium, sino también a control térmico eficiente. Durante el uso cotidiano y tareas ligeras, el procesador se mantuvo en un promedio de 56 °C en reposo, una cifra estable considerando las temperaturas modernas de CPUs de alto rendimiento. Esto confirma que el sistema mantiene una gestión adecuada incluso sin cargas exigentes, algo importante para quienes usan su PC tanto para productividad como para ocio casual.

Al pasar a pruebas de estrés sintético —escenarios que llevan el procesador al límite constante—, el AIO mantuvo el comportamiento esperado para un radiador de 360 mm. Bajo CPU-Z, el CPU alcanzó los 73 °C, mientras que en AIDA64, el máximo fue de 71 °C. Estos resultados reflejan un desempeño sólido y predecible, sin picos abruptos ni señales de saturación térmica. No hay throttling ni inestabilidad, confirmando que este cooler tiene la capacidad de manejar cargas sostenidas propias de tareas profesionales como render, compilación o simulación.

En lo referente al gaming, donde el comportamiento térmico suele ser más variable según motores gráficos y demanda en núcleos, las cifras fueron consistentes y satisfactorias. Logramos 63 °C en DOOM The Dark Ages, 68 °C en Battlefield 6, 62 °C en Marvel’s Spider-Man 2 y 64 °C en Black Myth: Wukong. Estos valores muestran que, incluso en títulos exigentes y de última generación, el cooler mantiene temperaturas dentro de rangos fríos y totalmente seguros, lo que se traduce en estabilidad y máximo rendimiento sostenido durante largas sesiones de juego.

En líneas generales, estas pruebas confirman que la ROG STRIX LC III 360 ARGB White no es solo un capricho estético: también entrega rendimiento térmico competitivo y acorde a un producto de gama alta. Puede manejar CPUs potentes sin comprometer estabilidad, y lo hace manteniendo niveles de ruido moderados y una estética impecable. En resumen, es una solución que combina estilo y eficiencia, pensada para usuarios que buscan lo mejor de ambos mundos sin sacrificar desempeño por diseño.


Conclusiones

La Asus ROG STRIX LC III 360 ARGB White está claramente pensada para entusiastas que valoran tanto el rendimiento como la estética de su equipo. Si estás montando un sistema de gama alta, con una placa base, tarjeta gráfica, memorias y gabinete en blanco, entonces este cooler cumple perfectamente.

A nivel de rendimiento térmico, el cooler ofrece resultados sólidos y acorde a lo que se espera de un radiador de 360 mm, lo cual lo convierte en una opción técnica totalmente viable. Ahora bien, al considerar el precio —alrededor de S/ 960— la decisión depende del valor personal que le asignes al estilo y al conjunto visual. Si tu prioridad es solo mantener temperaturas bajas a buen costo, existen alternativas más asequibles que cumplen técnicamente bien. Pero si el acabado blanco, la iluminación ARGB premium, la integración con el ecosistema ASUS y el deseo de un setup “completo y coordinado” forman parte de tu visión, entonces sí vale la pena.

Básicamente, si deseas que tu build y cada componente sume al conjunto visual y funcional, este cooler es una excelente elección. Pero si estás construyendo de forma más pragmática o buscas optimizar cada sol invertido, quizá puedas encontrar opciones que ofrezcan un rendimiento próximo a menor precio. En ese contexto, la elección se reduce a cuánto valoras el estilo blanco y la marca.

gamecored score 8.5

PUNTOS BUENOS

Estética premium full white con ARGB impecable y acabados de alta calidad que elevan la apariencia del setup. Rendimiento térmico sólido para CPUs de gama alta, manteniendo temperaturas estables incluso bajo carga pesada. Instalación amigable con sistema rotativo de 360° en la bomba para mejor orientación y acabado visual limpio. Integración completa con el ecosistema ASUS Aura Sync, ideal para builds temáticas y coherentes.

PUNTOS MALOS

Precio algo elevado frente a otras alternativas de 360 mm que ofrecen rendimiento similar por menos dinero. Pequeños detalles en tonos oscuros que rompen ligeramente la estética “full white” perfecta para builds totalmente blancas. Ventiladores magnéticos habrían ahorrado bastante la gestión de cables.

CONCLUSIÓN

El Asus ROG STRIX LC III 360 ARGB White es un cooler premium pensado para quienes buscan rendimiento sólido y una estética blanca impecable, donde cada sol invertido se justifica tanto por la temperatura… como por el estilo.