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Anno 117: Pax Romana se presenta como una experiencia relajada, envolvente y con elementos humorísticos. La saga de Ubisoft Mainz, famosa por su enfoque histórico en la construcción de ciudades y estrategia en tiempo real, vuelve a destacar con esta entrega ambientada en el Imperio Romano. Al igual que con Anno 1800, el juego ofrece esa sensación de calma y satisfacción al diseñar y expandir meticulosamente tu asentamiento, pero ahora bajo una estética clásica que mezcla el esplendor imperial con la sátira de la vida romana. Desde el inicio, el jugador descubre que el poder en Roma no solo se conquista con ejércitos, sino también con banquetes, alianzas y astucia política.

La campaña de Anno 117 comienza con la elección entre dos protagonistas Marcia Tertia o Marcus Naukratius. Cada uno tiene su propio contexto y personalidad, lo que añade variedad narrativa. La historia de Marcia, por ejemplo, arranca de forma misteriosa y ligeramente irónica, presentándola como una impostora obligada a casarse contra su voluntad. Esta introducción marca el tono del juego: una mezcla de historia, estrategia y humor que juega con los clichés del poder romano.

El título también ofrece la opción de activar un modo cooperativo, permitiendo a los jugadores experimentar la campaña junto a un amigo. Esta función promete un enfoque más dinámico, ya que las tareas de gestión de recursos y eventos pueden dividirse entre varios gobernantes. Si bien aún no se ha explorado completamente cómo afectará el progreso individual a la historia compartida, la idea de construir un imperio en compañía añade una nueva capa social a la experiencia estratégica.

Una vez iniciada la partida, el jugador se pone al mando de su primera isla, Juliana, donde comienzan los primeros roces con la jerarquía romana. Intentar renombrar el asentamiento, por ejemplo, provoca una reprimenda de un asesor, recordando que “hombres más importantes” tomarán esas decisiones. Este tipo de momentos de humor sutil y crítica social aportan frescura y personalidad a la narrativa, mostrando que Anno 117 no se toma demasiado en serio, incluso al representar el patriarcado y las costumbres del pasado.

Los personajes jugables cuentan con historias entrelazadas en una trama política ligera pero activa, con apariciones del Emperador Lucius y otros asesores que comentan los eventos desde distintas regiones del imperio. Estas interrupciones sirven como pausas narrativas dentro de la administración diaria de la ciudad, ofreciendo decisiones con consecuencias que afectan el desarrollo de la campaña. La historia de Marcia, en particular, destaca por su ritmo acelerado: tras un matrimonio fallido, se le encarga la misión de construir y prosperar por la gloria de su esposo ausente y del Imperio, en un escenario que mezcla sátira, estrategia y drama.

En el aspecto técnico y narrativo, el doblaje y los diálogos presentan una mezcla de aciertos y torpezas. Al igual que en Anno 1800, los personajes adoptan un tono caricaturesco que a veces resta solemnidad a los eventos, pero a su vez aporta encanto. Aunque la escritura no siempre logra sostener un tono épico, la exageración y teatralidad logran que el jugador se sienta parte de una historia viva, ligera y entretenida.

Ubisoft Mainz logra una excelente primera impresión con las mejoras visuales y funcionales de su interfaz. El nuevo tutorial de Anno 117: Pax Romana sorprende por ser elegante, fluido y nada invasivo, alejándose del exceso de información típico de otros juegos del género. Desde el inicio, la experiencia se siente accesible, con objetivos sencillos y progresivos que enseñan a construir y conectar estructuras básicas sin abrumar al jugador. Esta simplicidad inicial, combinada con un diseño claro y una guía contextual, facilita que cualquiera se adentre en la gestión del Imperio sin frustraciones.

La interfaz se destaca por ser ordenada y extremadamente intuitiva. Cada elemento del entorno ofrece información contextual al instante, con paneles discretos e íconos de ayuda bien ubicados. Los jugadores pueden acceder a todos los sistemas esenciales con apenas un par de clics, lo que genera una sensación de fluidez y control total sobre el desarrollo de la ciudad. Además, la presentación visual prioriza la limpieza y la funcionalidad, evitando saturar la pantalla con datos innecesarios.

Otro detalle que demuestra la atención al diseño son los ajustes automáticos de alineación: caminos y edificios encajan perfectamente, dando una sensación de armonía casi divina. Estos pequeños toques de calidad de vida contribuyen a una experiencia más placentera, ideal para los jugadores que disfrutan de la precisión y el orden en la planificación urbana. En cuanto al desarrollo de la historia, y como mencioné líneas arriba, el juego introduce misiones secundarias llenas de humor y sátira, que rompen la seriedad típica del género. Un ejemplo es la búsqueda relacionada con el esposo enfermo de la protagonista, una serie de situaciones absurdas que revelan el tono juguetón y autocrítico del título. Estas misiones no solo añaden ligereza, sino que también refuerzan el carácter narrativo y humano de la experiencia.

Aunque aún existen pequeños fallos técnicos, Anno 117: Pax Romana demuestra ser una evolución natural de Anno 1800, ofreciendo una experiencia más pulida, accesible y cautivadora, lista para su lanzamiento el 13 de noviembre en PS5, Xbox Series X|S y PC.

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Johann Aldazábal

Director Editorial | Analista de la industria de los videojuegos y el entretenimiento | Psicólogo Clínico | Músico amateur, geek, cinéfilo.