Antes de la colaboración oficial con Asus para desarrollar los sistemas portátiles ROG Xbox Ally y Xbox Ally X, Microsoft estaba trabajando en su propio handheld con marca Xbox. Sin embargo, la compañía canceló el desarrollo interno debido a que AMD exigía pedidos mínimos muy altos, requiriendo más de 10 millones de unidades del chip, según el insider KeplerL2.
La decisión de suspender el proyecto se debió a que Microsoft quería evitar el riesgo de un pedido mínimo tan elevado, mientras que AMD buscaba justificar su inversión en un sistema en un chip (SoC) dedicado. Analizando las cifras de ventas de la industria —con el Steam Deck vendiendo 5 millones de unidades y otros fabricantes solo entre 1 y 2 millones—, la empresa consideró que el riesgo era demasiado alto.
El dispositivo que Microsoft planeaba desarrollar habría sido una consola portátil completa, no solo un handheld PC como el Steam Deck. Además, se ha informado que Sony también está considerando lanzar su propia consola portátil, alineada con la próxima generación de PlayStation.

Los rumores sobre la cancelación surgieron antes del anuncio de la línea ROG Xbox Ally junto a Asus. Inicialmente, en mayo, se creía que Microsoft había detenido el desarrollo de su handheld para enfocarse en la experiencia portátil de Windows 11, mejoras que se verán cuando los sistemas lleguen a tiendas a finales de mes.
Finalmente, según Tom Warren de The Verge, los planes para el handheld fueron cancelados definitivamente y Microsoft decidió asociarse con empresas de hardware que ya trabajan en PCs portátiles de juego. Además, la compañía podría estar desarrollando emulación para que los juegos de Xbox funcionen en Windows, formando un equipo dedicado a la preservación de títulos de Xbox, Xbox 360 y Xbox One. Los sistemas ROG Xbox Ally y Xbox Ally X se lanzan a $599.99 y $999.99, con rumores sobre posibles reducciones de precio.





